Expedientadas dos agentes por negarse a usar chaleco

Denuncian que la prenda destinada a su protección está diseñada para el cuerpo masculino y les produce «dolores», «lesiones» y «heridas»

¿Es excesiva la petición de condiciones de seguridad adecuadas para el cumplimiento de los servicios prestados a los ciudadanos? Dos mujeres policías municipales de la U.I.D. de Ciudad Lineal se niegan a usar chalecos antibalas masculinos y el Ayuntamiento ha reaccionado con un expediente disciplinario para ambas.

Ante un un nivel de alerta antiterrorista medio –la llamada «alerta naranja»– es obligatorio que los agentes policiales lleven puesto un chaleco antibalas como medida de protección para todo el personal. Sin embargo, la seguridad que garantiza al componente femenino esta prenda se ve contrarrestada por «los dolores», «lesiones» y «heridas» que sufren las agentes al llevarla, según informa el CSIT. Este sindicato policial critica, además, el escaso abastecimiento que se hace de chalecos diseñados para mujeres, en lo que califican como una dotación «con cuentagotas».

A las mujeres policías a las que no se les entrega un chaleco con las características pertinentes se les obliga a usar uno masculino, lo que les ocasiona «problemas físicos». Por esta razón, dos agentes que se opusieron a prestar servicio con dicha prenda han recibido un comunicado en el que se les informa la apertura de un expediente por «una falta grave» dada su negativa a ponérsela y a salir a prestar servicio.

Desde el sindicato han solicitado en numerosas ocasiones a la corporación que «se dote de chalecos femeninos y unipersonales» a todas las profesionales que conforman el cuerpo de la Policía. Sin embargo esta medida aún no se ha cumplido, por lo que las agentes denuncian una gran incomodidad así como molestias cuando protegen sus vidas en el desarrollo de su oficio. Pues no sólo no poseen un utensilio para su seguridad individualizado, sino que, además, éste está pensado para un cuerpo masculino, por lo que su peso, hechura y rigidez se adecúan a una complexión más corpulenta y no a la anatomía de una mujer. Por ello, desde el CSIT opinaron ayer que no es «ético» este dictamen pues la provisión de un uniforme adecuado es una necesidad fundamental para «todas las policías del cuerpo y agentes que prestan servicios en la calle».

Esta demanda a favor de incrementar la seguridad de las profesionales policiales se lleva a cabo escasos días después de la presentación del modelo policial que propone el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero. Un modelo que quiere reorientar el tipo de Policía Municipal y se adecúa al que proponen otras ciudades como Bogotá o San Diego. Entre las medidas sugeridas se encontraba el «mantenimiento de vehículos policiales» por los propios agentes, a modo de los talleres que anteriormente se econtraban en la zona de cocheras de Méndez Álvaro. Así como crear nuevos conjuntos policiales encargados de temas específicos como lo es la «gestión de la Diversidad». Sin embargo, los policías se preguntan «de dónde se sacarán los efectivos» para una propuesta que contrasta con la plantilla maltrecha, su envejecimiento y sus problemas de reposición.