Elecciones municipales
«Gabilondo tiene órdenes de hacer todo lo posible para lograr apoyos»
El socialista ofreció ayer pactos a todas las formaciones, incluido el PP
Es mucho lo que está en juego. No sólo la Presidencia de la Comunidad sino el poder y el prestigio de los dos grandes partidos españoles en uno de los bastiones más importantes de España. El PP necesita el pacto entre Cristina Cifuentes y Ciudadanos para mantener el Gobierno regional y salvar los muebles después de la debacle autonómica. Y el PSOE o, más bien, su secretario general, Pedro Sánchez, anhela colocar a su apuesta personal, Ángel Gabilondo, al frente de la Comunidad de Madrid para ganar fuerza de cara al Congreso de este verano.
Suenan trompetas de guerra en las dos formaciones que se han repartido el espectro político en democracia porque todo ha cambiado con la irrupción de nuevas fuerzas que han recogido la indignación de los ciudadanos y buscan una nueva forma de gobernar. Los malos resultados electorales han afectado a PP y PSOE por igual y es ahora en los pactos donde empieza la campaña más dura y donde el juego sucio se empieza a revelar.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, confía en mantener la hegemonía popular en Madrid, gracias al trabajo de Cristina Cifuentes, a quien escogió personalmente por encima del actual presidente de la Comunidad, Ignacio González. No en vano, Cifuentes lleva haciendo guiños desde el inicio de la campaña a Ciudadanos y, una vez obtenido el resultado suficiente, ofrece un acuerdo incluso a PSOE, para atar bien su investidura. Sobre ello, el candidato socialista apostó primero por el «fair play» y dijo que era Cifuentes la encargada de iniciar la ronda de contactos para formar una mayoría suficiente.
Sin embargo, su discurso cambió abruptamente ayer: «Tiene órdenes directas de Pedro Sánchez de hacer lo posible para ganar Madrid», expllican fuentes conocedoras de lo que se juega el lider del PSOE en Madrid. «Me voy a unir sin excepciones a todos los que traten de procurar ese cambio, no miraré las siglas si me gustan más o menos, miraré si verdaderamente quieren ese cambio, ya encontraremos los ámbitos de acuerdo», afirmó Gabilondo poco después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunciase que «la relación con el PSOE ha cambiado» y su candidato en Madrid, José Manuel López, abriese los brazos a apoyar a los socialistas contra el PP.
El primer «round» de la guerra de los pactos se libró ayer: sale a la luz una querella contra el número 7 de la lista del Partido Popular a la Comunidad de Madrid, Álvaro Ballarín. Una querella heredada, puesto que se trata de una denuncia contra un procedimiento administrativo que se inició en 1999, muchos años antes de que fuese nombrado concejal de Moncloa-Aravaca en junio de 2007. De hecho, en menos de 24 horas salió a la luz a su vez el archivo provisional de la causa contra Ballarín, retirada por los propios querellantes y que, según explicaron fuentes judiciales a este periódico, hay pocas probabilidades de que sea recurrido por la Fiscalía.
La supuesta investigación al responsable del programa de Cifuentes y su rápida resolución se produce sólo un día después de que la candidata haya hablado con el cabeza de lista de Ciudadanos, Ignacio Aguado, para entablar la primera ronda de conversaciones respecto a la composición de la Mesa de la Asamblea que tendrá lugar el próximo día 9 y que supone el primer paso para alcanzar un acuerdo de investidura. Los de Albert Rivera bloquearon inmediatamente la negociación tras conocer el proceso contra Ballarín pero, horas después y a tenor de cómo iban sucediendo los acontecimientos, optaron por ser pruedentes y decidieron esperar a la desvinculación total del concejal para seguir con la búsqueda de acuerdo. Este lunes, presentarán al PP el documento en el que detallan las «líneas rojas» que demandan para apoyar a Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid.
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