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Getafe, el primer «incendio» de Sara Hernández
Ahora Getafe le retira su apoyo y la PAH está acampada frente al Ayuntamiento para exigir que cumpla sus promesas.
Pocas cosas diferenciaban el proyecto de los dos candidatos a convertirse en secretario general del PSM, un puesto que, tras las elecciones primarias celebradas el domingo, ocupará Sara Hernández con el apoyo del 57% del partido. La nueva líder de los socialistas madrileños defendió en su campaña interna la compatibilidad de cargos; mientras que su rival, Juan Segovia, apostó por la dedicación exclusiva al partido. Sara Hernández incluso prometió no dejar la Alcaldía de Getafe, a la que accedió el pasado 13 de junio de la mano de IU y Ahora Getafe.
Hernández ahora tendrá que compatibilizar su labor en la localidad del sur de Madrid con los retos que presenta el PSM, como una división interna cronificada, la constante caída de militantes y el debate casi existencial entre intentar subsistir en solitario o volver a acariciar el poder bajo el yugo de Podemos.
Como si todo esto fuera poco, a Sara Hernández se le tambalea el sillón municipal. Y lo mueven dos fuerzas de izquierdas: su socio de investidura, el partido instrumental de Podemos en Getafe, Ahora Getafe, y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Los primeros han roto toda posibilidad de acuerdo futuro (véase los próximos presupuestos municipales) con la alcaldesa y nueva secretaria general del PSM. El motivo, aseguran desde este partido, es que Hernández ha incumplido el compromiso firmado ante notario que establecía una limitación en los salarios y en los cargos de confianza. Compromiso que, según dice Ahora Getafe, Hernández ha incumplido con el apoyo de PP, IU y C’s.
Pero éste no es el único incendio de la alcaldesa: la PAH de Getafe ha establecido una acampada frente al Ayuntamiento para reclamar la promesa que al parecer hizo la nueva líder del PSM a una vecina de Getafe en campaña electoral que fue desahuciada el pasado 2 de julio y que desde entonces vive en una tienda de campaña. Según explicó ayer Úrsula a este periódico, Hernández se comprometió a buscarle una vivienda de alquiler social y «ahora se hace la loca». El último «engaño» ha sido, según esta vecina, madre de tres niños, haberle prometido asignarle una vivienda con alquiler social, que al parecer ahora podría serle asignada a otra familia en situación similar a la suya.
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