Ahora Madrid
Gritos a Carmena por la suciedad en La Paloma
Los madrileños se quejaron a la regidora en su primera visita al descenso del cuadro de la patrona «oficiosa»
Los madrileños se quejaron a la regidora en su primera visita al descenso del cuadro de la patrona «oficiosa»
Con un año de retraso la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acudió a la misa en honor de La Paloma, que calificó como una «celebración muy bonita y muy acorde con la cultura popular de Madrid». La regidora madrileña justificó su ausencia en su primer año de Gobierno de la ciudad con una falta de previsión de la importancia de la festividad de la patrona «oficiosa», por lo que antepuso un viaje familiar a la tradición de los alcaldes de la Villa. «Como vi que se me había echado de menos, he corregido lo que no se hace bien, he venido y vendré todos los años», aseguró Carmena, que también participó en la ofrenda floral a la Virgen junto con el concejal de Seguridad, Javier Barbero, devoto que acudió en representación suya el pasado año.
Sin embargo, muchos madrileños tenían otra queja además de su ausencia en el tradicional descenso del cuadro de La Paloma que realizan los Bomberos del Ayuntamiento. A la salida de la parroquia, la alcaldesa tuvo que soportar varios gritos e improperios de vecinos del barrio que se quejaron de la suciedad que ha abarrotado las calles de Centro durante las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma. Insultos, acompañados de exigencias para que limpiase la ciudad, se escucharon mientras la regidora madrileña atendía a los medios de comunicación una vez terminada la misa.
Ante las críticas, Carmena aseguró que están haciendo un esfuerzo muy elevado para concienciar a los madrileños de que depositen sus desperdicios en las papeleras y contenedores, pese a que todo el entorno de las fiestas de Las Vistillas la pasada madrugada era el ejemplo del fracaso de la campaña, ya que se acumulaban vasos y botellas por el suelo mientras los cubos de basura amarillos no estaban llenos. Con todo, la alcaldesa insistió en que el Ayuntamiento está presionando «dentro de la legalidad jurista» a las empresas concesionarias del servicio de limpieza para que mejore la situación de la ciudad.
Igualmente, adelantó que el próximo otoño estará listo el nuevo contrato de recogida de basuras que contribuirá a mejorar la limpieza de las calles ya que, reconoció, uno de los focos de acumulación de suciedad es el entorno de los contenedores. «Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano. Estoy segura de que lo conseguiremos, pero necesitamos la ayuda de los ciudadanos y los medios y tenerlo como un objetivo fundamental», solicitó Carmena.
Sin petición a la Virgen
Por otro lado, y pese a que la nota de prensa oficial del consistorio así lo aseguraba, en realidad la primera edil evitó reconocer una petición a La Paloma. En su lugar, al ser cuestionada por el rezo a la Virgen, apuntó la homilía del arzobispo de Madrid, Carlos Osorpo, en la que había pedido porque «el mundo esté cada vez más regido por un principio de humanidad». Además, señaló que «ha sido muy bonito el que su bendición incluyese a todos, creyentes y no creyentes».
Carmena también tuvo que salir al paso de la polémica de las vacaciones, después de que el portavoz del grupo municipal del PP en la capital, Íñigo Henríquez de Luna, bromease con el largo descanso que se ha tomado la regidora, que ya ha disfrutado de trece días de permiso y ahora se cogerá algunos más. Al respecto, Henríquez de Luna señaló que es positivo que se tome unas «largas vacaciones» para que a su vuelta «tenga nuevas ideas que atajen los problemas de los madrileños». Un comentario que la regidora optó por tomarse con humor y señaló que se cogerá algún día más durante este mes porque «es importan demostrar que las personas con responsabilidad política tienen una actitud igual a la del resto de los ciudadanos».
Una actitud que choca frontalmente con las «vacaciones en la Puerta del Sol» que hace unos días comentó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dispuesta a trabajar todo el verano. De ahí que su petición a La Paloma fuese trabajo para todos los madrileños y «conseguir que Madrid siga creando empleo». Asimismo, la presidenta regional, que acudió también a la ofrenda floral y a la misa, quiso aprovechar que es la patrona de los Bomberos madrileños para reconocer el fundamental trabajo de los servicios de extinción de los Bomberos regionales, que también participaron por la tarde en la procesión de La Paloma, invitados por el Cuerpo municipal.
A las celebraciones de La Paloma también acudieron las portavoces del PSOE y de Ciudadanos en el consistorio madrileño, Purificación Causapié y Begoña Villacís, respectivamente, que comentaron la situación a nivel nacional con los conflictos para la formación de Gobierno. En este sentido, la portavoz de la formación naranja pidió a la patrona madrileña «salud, trabajo y un gobierno estable». «Y que éste sea el mandato de la vuelta a casa de muchos madrileños que están viviendo fuera por la falta de oportunidades que hay en España», añadió.
La tradición de los caracoles
Dispuesta a no saltarse un año más ninguna de las tradiciones de los alcaldes madrileños, Manuela Carmena no dudó en acercarse al bar Los caracoles para degustar la tapa más famosa de La Paloma junto con una caña. Acompañada de la portavoz del PSOE, Purificación Causapie, del portavoz adjunto del PP, Íñigo Henríquez de Luna, así como del concejal de Seguridad, Javier Barbero y la edil de Ciudadanos, Ana Domínguez, la regidora saltó a la barra para tomarse sus caracoles.
✕
Accede a tu cuenta para comentar