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Segunda mujer degollada en menos de 24 horas en Madrid

A la mujer asesinada en Vicálvaro, se unió ayer otra víctima mortal de un corte en el cuello en Alcobendas. Por la tarde, una tercera ingresó grave tras ser acuchillada cuatro veces por su pareja en Usera.

Agentes del servicio funerario trasladan el cuerpo de la mujer asesinada
Agentes del servicio funerario trasladan el cuerpo de la mujer asesinadalarazon

A la mujer asesinada en Vicálvaro, se unió ayer otra víctima mortal de un corte en el cuello en Alcobendas. Por la tarde, una tercera ingresó grave tras ser acuchillada cuatro veces por su pareja en Usera.

Marzo se ha estrenado en Madrid de la forma más violenta posible. Si el miércoles, día 1, lamentábamos la muerte de una mujer en Vicálvaro a manos de su pareja, ayer se produjeron otros tres sucesos violentos en la región, todos con armas blancas, siendo uno de ellos otro posible caso de violencia de género, a falta de que los investigadores lo confirmen.

La mañana ya comenzaba con una muerte, aunque en este caso era de un presunto agresor. Se trataba de Joe de Jesús, el hondureño de 32 años que presuntamente había degollado a su pareja en Vicálvaro el miércoles y después provocó una explosión de gas para suicidarse. Ella murió en el acto y él, supuesto agresor, lo hacía la madrugada de ayer en la Unidad de Quemados del Hospital La Paz.

Poco después, a eso de las 10:30 horas de la mañana se descubría otras muerte violenta. Esta vez era en Alcobendas, concretamente en el número 4 de la Avenida de España. En un primer piso vivía Mari Paz, una prostituta algo conflictiva, según los testimonios de sus ex compañeras de piso. Fueron los vecinos quienes llamaron a la Policía al ver la puerta del piso forzada. Mari Paz, española de 46 años, se encontraba en el interior, ya sin vida, con un profundo corte en la garganta. Los sanitarios del Summa sólo pudieron confirmaron su muerte, que investiga el grupo VI de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial. Hasta el lugar se trasladaron los agentes del DEVI (Delitos Violentos) de la Policía Científica, para inspeccionar el lugar del crimen. Según una ex compañera de piso, Mari Paz tenía problemas a menudo con sus clientes, a los que amenazaba o se quedaba con sus pertenencias cuando éstos no querían pagarle. Al parecer, la meretriz vivía de okupa desde hacía un par de años y el casero estaba ya en trámites para desahuciarla. Aseguran que tenía problemas con el alcohol y, cuando le decían que dejara ese trabajo contestaba que lo haría «cuando me muera». Una premisa que desgraciadamente se ha cumplido. A esta ex compañera de piso llegó a sacarla un cuchillo y la golpeó varias veces tras una disputa con un robo de comida en la vivienda que compartían. «No era buena persona. Tenía una perrita, Laila –que fue recogida por los servicios municipales tras el suceso–y, aunque sabía que a mi hija le daba miedo, cuando venía le decía “¡muerde, Laila, muerde a la niña!”». Mari Paz tenía un hijo de once años fruto de su relación con Amador. «Ella era violenta pero tanto la ex pareja, que vive en Móstoles, como el crío, eran encantadores», explicaba la mujer que no pudo contener el llanto al ver salir el cuerpo de su ex compañera de piso en la camilla de los servicios funerarios. En el Instituto Anatómico Forense le practicarán la autopsia para determinar las causas de su muerte. Homicidios investiga por qué la puerta estaba forzada para tratar de reconstruir el crimen. Al cierre de esta edición no se había producido ninguna detención por este homicidio, según confirmó ayer una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Pero el día violento no había terminado. Poco después de las 16:30 horas la Policía acudía a otro aviso. Afortunadamente, en este caso, la víctima no había muerto. El suceso ocurrió en al calle Antonio López, 185. Una mujer de origen latino (colombiana, casi con toda probabilidad, según sus vecinos) caía precipitada desde un primer piso. La caída no fue muy grave pero la mujer, de 23 años, tenía cuatro puñaladas. Se llama María del Mar y, según las primeras investigaciones, todo apunta a que fue ella misma la que trató de escapar de su agresor huyendo por la ventana.

En estado crítico

Las cuerdas de tender la ropa pudieron amortiguar un poco la caída. Los sanitarios de Emergencias-Madrid acudieron al lugar de inmediato tras las llamadas de alerta. Según explicó el jefe de guardia de Samur, Ramón de Elías, la víctima presentaba cuatro heridas por arma blanca: dos en el brazo izquierdo, una en el hombro derecho y otra en el hemitórax derecho. Esta última es la herida más grave, ya que le afectó al pulmón. Tras drenarle esta herida y estabilizarle, fue trasladada al Hospital Doce de Octubre, donde ingresó con pronóstico grave. Al cierre de esta edición, la chica se encontraba en estado crítico. La caída, según los sanitarios, podría haberle ocasionado daños en la cadera pero lo más preocupante era la herida del pulmón.

Se hicieron cargo de esta investigación los agentes de Policía Judicial de la comisaría de Usera. Al cierre de esta edición, tampoco había ningún detenido. Los agentes de Científica estuvieron trabajando en la vivienda toda la tarde y los investigadores tomaron declaración a varios testigos.

Al parecer, María del Mar vivía en el piso con su ex pareja, que se encuentra huida, con la que tenía una niña de apenas dos años, según los vecinos. También vivía con ellos otra chica que ayer por la tarde estaba en estado de shock en el portal de los hechos, y un hermano del supuesto agresor. Y es que las primeras hipótesis de la investigación apuntan a que se trate de un nuevo caso de violencia de género (sería el segundo en 24 horas), aunque los médicos hacen todo lo posible por salvarle la vida.