Ciudadanos
Ignacio Aguado: «No vamos a apoyar la lista más votada en todos los casos»
El número uno de C’s se reúne hoy con Cifuentes y pone los «cargos afectados por corrupción» como línea roja para su pacto.
Es el candidato más deseado por PSOE y PP. En su manos, o más bien en sus votos, está la llave de la gobernabilidad de la Comunidad de Madrid. Consciente de su papel y con libertad –más allá del documento marco de los pactos elaborado por Ciudadanos–, para establecer las condiciones particulares de su apoyo o abstención en la investidura de la presidencia regional, Ignacio Aguado insiste: gobierno estable, control en la Asamblea. Cifuentes o Gabilondo gobernarán, pero será la oposición la que determine qué leyes se aprueban.
–Nada más empezar la negociación, la bloqueó por el escándalo vinculado a Álvaro Ballarín, número 7 en la lista de Cristina Cifuentes ¿Cómo afecta esto a su posible apoyo a la investidura?
–Hay que ver cómo evoluciona. Tras conocerlo paralizamos cualquier tipo de conversacióncon el. Si deja de ser imputado definitivamente, volveremos a la situación inicial.
–Tal y como está la situación, ¿con quien ve más posible un pacto?
–Con el que sea más capaz de entender la política actual y la necesidad de cambio. Precisamente para los partidos tracionales, que sean capaces de leer la coyuntura política internacional, de regenerarse internamente, de cambiar su discurso y de acercarse más a lo que demanda la ciudadanía. El candidato o el partido que se cierre en banda, que no haga autocrítica, que no entienda lo que está pasando en España, está abocado a hacer un papel residual.
–¿Y en el caso concreto de Cristina Cifuentes?
–Igual que con el resto de fuerzas políticas. Ahora hay que darle la legitimidad a Cristina Cifuentes, que ha sido la lista más votada, de encabezar la ronda de negociaciones. Pero nosotros no nos cerramos a otro tipo de acuerdo. Esta semana hablaremos con Cristina, buscaremos puntos de apoyo, veremos cómo reciben el documento que vamos a presentarles y, en función de su reacción, iremos viendo. Pero el primer paso lo vamos a dar con ella. Queremos darle ese protagonismo que le han dado los ciudadanos.
–Abogan por facilitar gobiernos estables. En el caso de Madrid hay una opción a dos bandas y otra a tres. ¿Cuál prefiere?
–No me parece que sea positivo para España y para la Comunidad de Madrid un gobierno en coalición. Debería haber un Gobierno en minoría y con apoyos puntuales para legislar.
–¿Cuál es el criterio? ¿Apoyar a la lista más votada?
–No en todos los casos. La lista más votada no supone una mayoría. En unos casos no tiene sentido que haya siete partidos distintos en un Parlamento y gobiernen seis contra uno, como ha podido pasar en las Islas Baleares. Eso es ingobernable e ingestionable. En la Comunidad de Madrid no veo tan complicado que se pueda hacer un Gobierno de mayoría en minoría y que haya una asamblea en la que se discutan las leyes y haya que debatir.
–¿Si apoya un Gobierno de dos minorías no sería torcer la voluntad de los votantes?
–En cualquier caso serían minorías las que gobernasen. O PP o PSOE, en minoría. Me parece que la idea que nos han trasladado los últimos 25 años de que el poder legislativo y ejecutivo tienen que estar en una sola mano y encima con mayoría absoluta para poder hacer lo que les dé la gana, no tiene por qué ser así. Una cosa es tener el ejecutivo, las consejerías, gobernar y aplicar los presupuestos, y otra cosa es legislar. Eso lo hace la Asamblea y si hay cuatro partidos, pues habrá que llegar a acuerdos. Porque esas leyes son las que va a tener que ejecutar el Gobierno.
–¿Cuál es el criterio para pactar?
–Vamos a presentar un documento esta semana con un primer nivel de exigencias, que serán las líneas rojas donde no habrá oportunidad de negociar. Si no, no pasaremos al segundo nivel, que es donde nos plantearíamos una abstención o un posible voto a favor de una investidura.
–¿Cuáles son esas líneas rojas?
–Cargos políticos o cargos de partidos que se vean afectados por delitos de corrupción deben estar fuera de manera inmediata. No solamente para la investidura sino para los cuatro años de la legislatura. También están los puntos de transparencia, como son la publicación de las memorias informativas o las memorias económicas asociadas a contratos públicos por parte de la asamblea de Madrid.
–En esto, todos los partidos están de acuerdo...
–Nosotros queremos pasar de las palabras a los hechos y por eso vamos a pedir a todas las fuerzas políticas dejarlo por escrito, firmado, que sea un compromiso. Y, aparte, una rendición de cuentas. Cada un cierto número de meses convocaremos una rueda de prensa y analizaremos ese pacto si se ha cumplido o no.
–¿Y en caso de que no se cumpla?
–No queremos presionar de manera excesiva pero si vemos que ese pacto ha sido una tomadura de pelo, en la primera rueda de prensa avisaremos de que no se ha cumplido ninguno de los acuerdos a los que accedieron en la investidura. Si seguimos así de manera recurrente plantearemos otras medidas más dramáticas, más contundentes, como una moción de censura.
–¿Qué ocurrirá después de la investidura?
–Nuestra moneda de cambio siempre van a ser las propuestas. No queremos ni ambicionamos formar parte del Gobierno, ni cargos, ni nada. Lo único que queremos es que las 200 propuestas que llevamos en el programa se cumplan de la mejor manera y el mayor número de ellas posibles. Y eso será sobre lo que rendiremos cuentas después de cuatro años
–Con Cristina Cifuentes coinciden en muchas de las propuestas pero no está de acuerdo en que impongan cómo se organizan los partidos internamente como en el caso de las primarias.
–Nosotros no imponemos nada. Si no les gusta esa propuesta, siempre tendrán otros partidos políticos para pactar. Nosotros tenemos nuestra hoja de ruta, nuestros raíles y vamos a ir por aquí porque pensamos que es lo que está demandando la ciudadanía.
–Una de sus exigencias es que Cifuentes rompa con la política de Ignacio González. ¿En qué concretamente?
–En muchas cuestiones, sobre todo a nivel de regeneración política. Con Ballarin tiene una oportunidad de demostrarlo, si realmente es imputado. Pero también a nivel económico, de servicios esenciales, hay muchas materias sobre las que ella tiene capacidad y puede actuar. Que demuestre su compromiso y capacidad de llevar a cabo esas propuestas que ha presentado en campaña. Por ejemplo, con los aforados. Si realmente los quiere quitar, eso se puede hacer en el primer periodo de sesiones parlamentarias y en diciembre ya estaría hecho.
–¿Hasta qué punto influirá Albert Rivera en el pacto de investidura?
–Somos nosotros los que tenemos el peso específico para decidir sí o no y en qué condiciones. Será la Comunidad de Madrid quien tome la decisión; el comité de pactos tiene que validar ese acuerdo pero no habrá injerencias políticas que cambien el signo de la propuesta.
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