La «cacicada» de Carmena

La alcaldesa impidió que el Pleno votase dos mociones del PP sobre el IBI y las catalanas. Negó el turno de réplica a Esperanza Aguirre, que anunció que recurrirá su decisión.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, dejó ayer con la palabra en la boca en dos ocasiones a la portavoz del grupo municipal del PP, Esperanza Aguirre, durante una discusión sobre dos mociones de urgencia que los populares querían que votase el Pleno municipal y que la regidora, como presidenta del Pleno, se negó a incluir en el orden del día. El origen de la bronca fue la reclamación que Aguirre hizo a la regidora al comienzo de un Pleno extraordinario monográfico sobre empleo, puesto que, a la vez, se había presentado una moción de urgencia en consenso con todos los grupos para apoyar una declaración de acogida a los refugiados, que sí se admitió; y sin embargo, no se habían admitido otras dos, presentadas por el PP, sobre la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y otra declaración institucional por la unidad de España en el marco de las elecciones catalanas.

Aguirre cuestionó por qué Carmena había impedido que llegaran al orden del día las mociones presentadas por su grupo, de forma que fuesen los grupos políticos los que votasen si era adecuado o no que se debatiesen en el Pleno monográfico por el empleo. Pero la alcaldesa rechazó explicar sus motivos para no incluirlas en el listado de puntos que trataría la Corporación municipal y le dijo a la portavoz popular que aplazara su queja al final del Pleno.

Aguirre insistió en que estaba exponiendo una enmienda al orden del día y que, al menos, permitiese a los grupos municipales votar la conveniencia de la urgencia de unas mociones que tratan «los dos problemas que más importan a los españoles». «Lo que no puede la Presidencia es no admitir su entrada en el orden del día», reiteró. Sin embargo, Carmena no cedió a sus pretensiones y aplazó la discusión a después de terminar el punto sobre el empleo, prometiendo que la Presidencia explicaría sus razones para no incluir las mociones populares. Por último, ante las protestas continuadas de la portavoz popular, zanjó: «no tiene usted el uso de la palabra».

Una vez terminado el debate monográfico, Aguirre se dispuso a intervenir ante las explicaciones de la alcaldesa, pero no tuvo ninguna oportunidad. Carmena justificó que según varios artículos del reglamento del Pleno estaba capacitada para escoger el contenido del orden del día, por lo que, para no restar importancia a las propuestas sobre empleo, había decidido no incluir ninguna moción de urgencia –obviando la declaración sobre los refugiados– y procedió a clausurar el Pleno sin dar opción de réplica al PP. Entre sorprendida e indignada, Aguirre no pudo menos que calificar de «cacicada» la acción de la alcaldesa, anunció que recurrirán la decisión de la regidora y se mostró confiada en que el reglamento les dé la razón en tanto en cuanto sus mociones estaban presentadas en tiempo y forma.