Política

Presupuestos autonómicos

La movilidad, comprometida con las cuentas de Sánchez

Mengua la asignación para el Plan de Cercanías y la A-1 se queda sin inversión plurianual

El presidente regional, Ángel Garrido, aún no tiene decidido su futuro
El presidente regional, Ángel Garrido, aún no tiene decidido su futurolarazon

Mengua la asignación para el Plan de Cercanías y la A-1 se queda sin inversión plurianual.

«No a la discriminación de la Comunidad de Madrid, no a los balones de oxígeno que dan un año más en el Gobierno a Pedro Sánchez». El presidente de la región, Ángel Garrido, calificó los Presupuestos Generales del Estado que pretende aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez de «sectarios y discriminatorios, un despropósito descomunal y una utilización del dinero público para fines que no son el interés general, sino particular», dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Garrido no ahorró descalificaciones hacia las cuentas de Pedro Sánchez que son «lesivas para Madrid» y que «van a servir para financiar el independentismo».

Pero si hay un asunto sobre el que considera que Madrid sale perdiendo es precisamente en lo que afecta a la movilidad y las infraestructuras en un momento en el que desde las Administraciones se quiere fomentar el uso del transporte público entre los ciudadanos por la puesta en marcha de Madrid Central que han llevado a la Comunidad, además, a hacer una fuerte inversión en aparcamientos disuasorios. De hecho, Metro de Madrid ha registrado en 2018 un total de 657,2 millones de viajeros, la mayor cifra en una década, lo que representa un crecimiento de 4,6% con 31 millones más, según informó ayer la Comunidad.

A esto hay que sumar las limitaciones por el protocolo anticontaminación que obliga a sacar de la vía a muchos conductores y los dirige hacia el transporte público para moverse por Madrid. Sin embargo, Garrido lamentó que se hayan congelado las subvenciones al transporte público en Madrid mientras en Cataluña se han disparado. A esta circunstancia hay que sumar que el Gobierno de Sánchez se había comprometido ya en septiembre pasado a invertir más de mil millones de euros los dos años próximos en los cercanías de Madrid para hacer frente a los problemas de mantenimiento y la falta de personal. Sin embargo, el Ejecutivo madrileño ha comprobado que la cantidad asignada para este fin ha menguado considerablemente y sus inversiones totales en la región alcanzarán los 497,1 millones de euros en los próximos dos años (170 millones de euros en 2019 y 327 millones en 2020).

Por si fuera poco, en relación a la variante de la A-1, «ha desaparecido el coste plurianual 2017-2022 de 240 millones y el Gobierno lo ha sustituido por una asignación de 100.000 euros», lamentó Garrido.

En noviembre pasado Ángel Garrido y Pedro Sánchez mantuvieron una reunión en la que el jefe del Ejecutivo se comprometió a desbloquear la iniciativa de la variante de la A-1, un proyecto que aguardan cientos de conductores por los aparatosos atascos que registra esta vía cada día a la entrada de la capital. El proyecto ya se había aprobado por el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy pero estaba pendiente de algunos trámites para que pudiera llevarse a la práctica.

La retahíla de quejas de Garrido se completa con la «tomadura de pelo» que, a su juicio, supone que se mantenga el modelo de financiación que «penaliza» a la Comunidad. Ayer anunció la intención de llevar a la Asamblea una iniciativa parlamentaria por la que se inste al Gobierno de la nación a eliminar el fondo de competitividad que «no premia» a Madrid porque fija un tope, «pese a estar haciendo las cosas bien». En la reunión con Pedro Sánchez, Garrido también había pedido que se eliminara ese tope que tiene Madrid precisamente, lo que permitiría a la región recibir entre 500 y 600 millones más al año sin que eso suponga restar fondos de asignación presupuestaria a ninguna otra comunidad autónoma.

Inversiones

Tampoco está contento Garrido con el capítulo de inversiones que, según sus cuentas, suben un 20 % en el conjunto de las autonomías pero la inversión por habitante en la región disminuye un 1,6%», un porcentaje que deja a Madrid por debajo de la media de las regiones, una circunstancia que «no es muy normal» teniendo en cuenta que la mitad del incremento va a parar a Cataluña.