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La «okupa nazi» gana terreno

Ocurrió tras una reyerta el pasado 17 de julio en la calle Ferrocarril. La tensión comenzó tres días antes al instalar los ultraderechistas un mercadillo «solidario» en Carabanchel

Además de ser español y en situación precaria los asistentes del comerdor social, inaugurado ayer, no pueden ir bebidos y/o drogados. En su primer día apenas reunieron a una decena de personas
Además de ser español y en situación precaria los asistentes del comerdor social, inaugurado ayer, no pueden ir bebidos y/o drogados. En su primer día apenas reunieron a una decena de personaslarazon

Los okupas del Hogar Social Ramiro Ledesma convierten la sede de Fórum Filatélico, en José Abascal, en un comedor social, una academia de clases particulares y en un albergue «sólo para españoles»

La controversia que generó la «okupa nazi» Hogar Social Ramiro de Ledesma cuando se creó hace un año ha continuado a lo largo de todo este tiempo, pero estos últimos meses se ha intensificado. La inicativa más reciente que el colectivo –que trabaja «sólo para españoles»– ha puesto en marcha es el comedor social que se inauguró ayer, con lentejas, en José Abascal, 51 (antiguo edificio de Fórum Filatélico), sede que okupan desde mayo. Según el cartel difundido a través de las redes sociales (en Twitter cuentan con cerca de 6.000 seguidores) el aforo es para 30 personas y los requisitos, además de «ser español y encontrarse en situación precaria», es no entrar «bajo los efectos del alcohol y/o las drogas». La convocatoria, no obstante, no tuvo demasiado éxito y apenas acudieron una decena de «españoles».

Este mes ha sido agitado para los integrantes de Hogar Social, un colectivo simpatizante con el partido ultraderechista Movimiento Social Republicano (MSR). Una de sus acciones más repetidas ha sido el «mercadillo solidario», que consiste en instalar un par de mesas de camping en la puerta de un supermercado y pedir donaciones de alimentos no perecederos a los usuarios. Suelen instalarlos los sábados y realizan el reparto, como siempre, «sólo a españoles», los domingos. El problema es que, aunque ya llevan tres meses instalados en la sede de Chamberí, han ido en varias ocasiones a montar el mercadillo a supermercados de Carabanchel, barrio obrero y «antifascista» por excelencia de la capital junto con Vallecas. Un gesto que los «antisistema» han interpretado como una provocación. Además, días antes, estos colectivos de ultraizquierda habían denunciado el ataque por parte de un nazi a un individuo «tatuándole» con un arma blanca «88» (Heil Hitler). Con los ánimos ya revuetos, como suele ser habitual entre los radicales de extrema izquierda, han salido a «defender su barrio».

El primer tenderete lo montaron el 26 de junio, pero pilló a los «antifascistas» desprevenidos. Así, la primera trifulca ocurrió a primeros de agosto. Los «antifascistas» acudieron a «reventar» la inciativa «fascista»: hubo insultos, consignas de odio y algún lanzamiento de los paquetes que habían recolectado. Los miembros de Hogar Social, por su parte, también recibieron apoyo de «ultraderechistas» que, según fuentes policiales, llegaron desde otros puntos de la capital para defenderles. Sin embargo, poco antes de la llegada de la Policía al lugar ya habían escondido las armas (llegaron con bates de béisbol, aunque no se pudo demostrar qué grupo las portaba) bajo un contenedor. En esta ocasión no hubo detenidos. Tras la reyerta, Carabanchel se llenó de carteles como «Que no te engañen, son nazis» o «Ante el fascismo, autodefensa vecinal» y se encontraban a la espera de otra «invasión» de «su territorio».

Lejos de buscar otro de los cientos de supermercados que hay en la capital y evitar peleas, los miembros de Hogar Social regresaron al mismo Mercadona de la calle la Oca el pasado 14 de agosto sobre las 17:00 horas. Los «antifascistas» del barrio se enteraron y realizaron una convocatoria vía redes sociales para «echarles del barrio». Se da la circustancia de que hay dos centros okupas de ultraizquierda a apenas diez minutos a pie: El Eko (Espacio Sociocultural Liberado Autogestionado), en el número 10 de la calle Ánade, de tendencia anarquista, y La Gatonera, en el 32 de Valentín Llaguno, de «antifascistas». Dicho y hecho. Reventaron el acto y se produjeron de nuevo agresiones pero, al igual que en la ocasión anterior, a la llegada de los agentes policiales ya no quedaba nadie en el lugar. Sin embargo, tres días después se produjo un encuentro «fortuito» entre integrantes de ambos bandos en la calle del Ferrocarril (Embajadores) alrededor de las 20:00 horas. Concretamente, se trataba de miembros de Hogar Social y «red skins», según fuentes policiales. Tras increparse comenzó la pelea. Hubo lanzamiento de sillas y mesas de negocios hosteleros cercanos, palos, piedras, botellas... y todo lo que encontraron a su paso. De hecho, hubo algunos heridos leves con contusiones y, en esta ocasión, sí llegó la Policía a tiempo. Los agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional practicaron 14 detenciones de ambos bandos

¿Efecto imitación?

Igual que Hogar Social hace iniciativas propias de «antifascistas» como okupar o paralizar desahucios (de españoles), también han surgido algunas corrientes que aplauden (de forma interna) muchas iniciativas de Hogar Social, como los comedores sociales, y querrían «imitarles» ampliando el cupo, eso sí, a inmigrantes. Y es que el colectivo ultraderechista también imparte clases gratuitas de física y matemáticas, recogida de material escolar o limpian grafitis de Tetuán. Sin embargo, con sus consignas, dejan claro a quién ayudan: «En Madrid se baila chotis, no reggaeton».

Tres okupaciones en sólo un año

La provocación de Hogar Social a sus «enemigos» anifascistas comenzó cuando okuparon su primera sede en agosto de 2014 en la calle Juan de Olías (Tetuán), muy cerca de la okupa La Enredadera. Las peleas eran continuas y acabaron por desalojarles. En diciembre se instalaron en Bretón de los Herreros, 14, antigua Tesorería de la Seguridad Social. Lo hicieron para evidenciar «el despilfarro del Estado», pero en mayo de este año se «mudaron», con el mismo espíritu, a la que fuera sede del Fórum Filatélico.