Tribunales
«La Policía presionó a mis agentes. Pudieron decir hasta que maté a Manolete»
El ex jefe de la Policía Local de Coslada declaró ayer y negó haber extorsionado «nunca» a hosteleros.
El ex jefe de la Policía Local de Coslada declaró ayer y negó haber extorsionado «nunca» a hosteleros.
Ginés tenía ganas de explicarse y se notaba. Casi diez años después de que la Policía Nacional le acusara de ser el cabecilla de lo que el Grupo XVI de la Udyco bautizó como «el mayor caso de corrupción policial de España», quería aclarar todas las acusaciones que se han vertido sobre él. En esta línea, decidió contestar a todas las partes y la sesión de ayer se centró, por tanto, en responder a las preguntas del fiscal y de la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento de Coslada. El representante del Ministerio Público, Antonio Gil, comenzó su interrogatorio directo al blanqueo de capitales: «¿Es usted titular de la cuenta número 0075...?». El principal imputado del llamado «caso Bloque», para quien la quien la Fiscalía pide más de 26 años de prisión por los delitos de extorsión, amenazas, cohecho, tenencia de armas y blanqueo, contestó afirmativamente y explicó la «mentalidad clásica» de su familia por la que tenía la costumbre de tener en la cuenta el dinero justo para cubrir los pagos domiciliados y el resto de efectivo lo guardaba en la caja fuerte de su casa. Y es que el fiscal le preguntó por los 23.000 en efectivo que la Policía le incautó en el registro de su vivienda. «Hemos llegado a tener 80, 100 y hasta 110.000 euros en la caja fuerte». «¿Lo considera normal?», le preguntó el fiscal. «Bastante normal, sí», respondió el ex jefe policial, argumentando que la filosofía que imperaba en su casa era esa y que ese dinero en efectivo iba a ir destinado a la compra de un vehículo para su hija. El hecho de que pusiera a nombre de su mujer (también imputada por blanqueo, al igual que su hijo) algunas propiedades, asegura que fue porque desde el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil le advirtieron de que había aparecido su nombre y su foto en unos papeles incautados a los Grapo. «De hecho me empadroné en dependencias de la Policía Local» como medida de seguridad.
Con respecto a la extorsión a hosteleros, tanto el fiscal como la acusación, leyeron al principal imputado varios casos de propietarios de bares con frases textuales que implicarían un delito de extorsión, como por ejemplo: «Tienes que pasar por mi despacho, como hacen todos. Sino te hago inspecciones». Jiménez negó todas las acusaciones y aseguró que sólo «asesoraba» a los empresarios que le preguntaban acerca de qué papeles les hacían falta, ya que las licencias las otorga Urbanismo. Además reconoció que solía recibir a gente en su despacho si preguntaban por él porque era «cercano» pero que nunca habían ido a llevarle «ni dinero ni puros ni nada». Preguntado sobre por qué sus propios agentes declararon ante la Udyco que sí solían hacerle este tipo de «recados» (de mandar a los hosteleros a que pasaran por su despacho), el ex policía acusó al grupo policial que hizo la operación de presionar a sus agentes. «Si les dicen que si declaran contra Ginés se van libres, después de llevar tres días detenidos, podrían haber dicho hasta que yo maté a Manolete», dijo. Hoy continúa su declaración a preguntas de su abogado.
, Oskar Zein.
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