La Sala Arena echa el cierre

Tras 19 años y 1655 conciertos, su director dice que el hotel de arriba «ha ganado la partida».

Ha sido sala de conciertos, discoteca y testigo de muchas noches de fiesta y música en vivo. Después de dos décadas, la mítica sala Arena de la capital, situada en el número 1 de la calle Princesa, justo al lado de la Plaza de España, cierra sus puertas de manera definitiva. Han sido 19 años de música en directo y de varios cambios de denominación porque además de Sala Arena también se llamó Sala Heineken y, pro último, Marco Aldany. Bajo cualquiera de estas denominaciones (aunque casi todo el mundo la conoció siempre por Arena) el céntrico local –muy atractivo para turistas ya que está al lado de uno de los enclaves más visitados de la capital como es la Plaza de España– ha acogido un total de 1.655 conciertos de artistas de todos los géneros musicales. El último de ellos se celebró el pasado viernes 21 de julio. Tuvo el honor de cerrar ese mítico escenario el cantante colombiano Fonseca pero por allí han pasado artistas de todos los tipos. Míticos como Antonio Vega, flamencos como El Capullo de Jerez, nuevas fusiones como lo fueron Chambao o Los Delincuentes, rockeros como Sínkope o Mamá Ladilla, y hiphoperos como J Mayúscula. También pisaron ese escenario poperos como Coti o Julieta Venegás y ahora mainstreams como Bustamante o Manu Carrasco. Pero hubo una temporada que hacían cada viernes fiestas electrónicas que ponían el local patas arriba.

Uno de los «peros» de esta sala cuando tocaban grupos (no así para sesiones de música electrónica) es que nunca fue un referente para organizar conciertos porque no sonaba especialmente bien y las bandas preferían tocar en otras con más solera y mejor acústica por el mismo aforo. De hecho, los dos o tres últimos años había caído bastante el nivel de los artistas contratados. El directo de la sala, Pepo Perandones, confirmó el adiós del longevo local a través de las redes sociales con un mensaje escueto: «Hoy por la mañana ha echado el cierre (definitivo) la Sala Arena». «El mismo hotel que llevaban montando encima de la sala tres años (con grave perjuicio para la logística de los conciertos, por cierto) ha ganado la partida. Gracias por todo a todos. Cuando este de mejor humor escribiré algo mas bonico», añadió.

En otro mensaje, el director de la sala recalca que todos los conciertos fueron posibles por la «gran disposición que ha habido siempre, tanto por parte de técnicos locales como promotores y sus respectivas crews». «Intento acordarme de algún problema grave que haya tenido con alguien. No lo hay. He tenido mucha suerte! Mil gracias», concluye el director, cuyos conciertos previstos para los próximos meses serán reubicados en otros locales de la capital.