La víctima de Chamberí pagó en enero una fianza de 130.000 euros

Estuvo en prisión hasta hace tres meses por la muerte de su suegro, cuyo juicio han aplazado a junio.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid acordó ayer suspender hasta el próximo 13 de junio el juicio contra los padres y la mujer de Luis Romero, el hombre de 31 años asesinado de un tiro en la cabeza el pasado viernes presuntamente por sus cuñados. La Audiencia iba a juzgar desde ayer a los cuatro (a el fallecido y a estos tres familiares) por el asesinato de Juan Fernández en un polígono de Arroyomolinos en septiembre de 2015. Este hombre era el suegro del ahora fallecido en Chamberí. Las causas del aplazamiento las explicó ayer el abogado de la familia, Marcos García Montes, después de que la Fiscalía y la acusación particular atendieran a sus argumentos en los que ha acreditado, con parte médico, que los acusados no se encuentran en condiciones de asistir al juicio por estar muy reciente el fallecimiento del familiar. Precisamente del despacho de este letrado salían los cuatro acusados el pasado viernes cuando unos tipos dispararon a Romero en la cabeza para huir después en un BMW azul que apareció quemado más tarde en la calle Estocolmo de Pozuelo. La madre del fallecido reconoció a los asesinos en el momento del crimen y así lo declaró ante los agentes del Grupo V de Homicidios. Al parecer, serían los cuñados del fallecido (Guillermo y Javier Fernández López), ahora en paradero desconocido. Los homicidas también forcejearon con los padres de la víctima mortal, por lo que éstos tendrían restos epiteliales de los agresores en las uñas. «Hay pocas dudas de quién ha sido», señaló ayer el letrado.

Las dos familias mantenían un abierto enfrentamiento desde hace muchos años pero el detonante del homicidio del viernes fue el asesinato perpetrado por el ahora fallecido y su padre en 2015 cuando mataron en Arroyomolinos al primogénito de su mujer (padre también de sus supuestos asesinos). Cuando Romero cometió ese asesinato estaba en quebrantamiento de condena y se encontraba fugado de prisión. Sorprende, por tanto, que se encontrara en libertad. Fue detenido en febrero de 2016 en un pueblo de Girona y pasó a disposicón judicial por este homicidio cometido en un quebrantamiento de condena. Según fuentes jurídicas, el Juzgado de Instrucción número 6 de Navalcarnero, que instruía la causa del asesinato de Arroyomolinos, decretó su libertad bajo fianza de 130.000 euros el 14 de noviembre de 2016: nueve meses después de ingresar en prisión. Pero Romero siguió en la cárcel porque no pudo consignar la fianza, según las mismas fuentes. Sin embargo, el pasado 8 de enero, el recluso consignó los 130.000 euros y el juez le deja, por tanto, en libertad bajo fianza. También tenía otras medidas cautelares como acudir al juzgado semanalmente y la retirada del pasaporte. El día que le mataron llevaba casi tres meses libre; una libertad que, en este caso, le costó la vida.