Las doce uvas en alerta yihadista

Por primera vez se celebra una Nochevieja en alerta 4 y las medidas de seguridad son excepcionales: habrá 600 policías y aforo limitado

Aunque la semana que viene cumpliremos un año con el nivel 4 de alerta antiterrorista (activada tras los atentados al semanario satírico «Charlie Hebdó» de París) y la Policía ha controlado de forma especial cada aglomeración grande de gente como manifestaciones o partidos de fútbol, ayer fue la primera concentración de miles de personas en Sol con una amenaza «real y clara», como suelen aclarar los agentes de la Brigada de Información. El ensayo general de las campanadas, conocidas popularmente como «preuvas», fue de esta forma más controladas que nunca por la Policía.

Por primera vez se estableció un aforo limitado a 25.000 personas controlado por dos filtros de seguridad y, quizás este anuncio restrictivo, se tradujo en un efecto disuasorio entre los asistentes, ya que la Puerta del Sol quedó «medio vacía», según algunos asistentes, con mucha menos gente que cualquier otro año, a pesar de que las pantallas luminosas del Ayuntamiento ya anunciaban que los accesos se encontraban cerrados. Las medidas de seguridad eran excepcionales. Si en ediciones anteriores los agentes de la Policía Municipal revisaban más superficialmente bolsos y mochilas, en esta ocasión se produjeron cacheos aleatorios por parte de los agentes.

El dispositivo estuvo formado (al igual que en la Nochevieja de hoy) por 600 agentes: 300 municipales, 200 de la Policía Nacional y otro centenar de voluntarios de Protección Civil, Samur y demás personal de emergencias. Al cierre de esta edición, afortunadamente, no se había producido ningún altercado reseñable pero, aun así, los agentes expertos el temas de yihadismo no bajaban la guardia.

«El problema es la gente que se agolpa fuera de las vallas de seguridad, en las calles aledañas, por eso también hay muchos agentes de paisano», explicó un agente de Información. Y es que, mientras la mayoría disfruta de las fiestas navideñas y sale a la calle a divertirse, miles de agentes están pendientes de su seguridad.