Los cofrades plantan cara a un lluvioso Domingo de Ramos

Las hermandades de La Borriquita y Los Estudiantes inauguraron la Semana Santa a pesar del tiempo.

Ayer, durante las primeras celebraciones de la Semana Santa, se respiró en las calles de Madrid el característico olor a incienso. La Hermandad de La Borriquita, junto con la de Los Estudiantes, adornó las avenidas de la capital con las tradicionales procesiones del Domingo de Ramos.

Una gran muchedumbre se acercó hasta la Catedral de la Almudena para contemplar, por primera vez desde este templo, la salida del paso de esta joven Hermandad madrileña. El acto tuvo lugar a las 16:30 horas. Debido a la alta probabilidad de lluvia, los cofrades, indecisos ante la predicción meteorológica, retrasaron su salida veinte minutos. No le importó a la multitud que miraba ilusionada al Cristo y a la Virgen. Mucho menos a la afinada orquesta que marchaba detrás del paso, como es habitual. Uno de los músicos de la banda Villameros Infantes de Ciudad Real, Rafa García, confesó que se sentía «emocionado» y era todo «un honor» venir a Madrid para demostrar a los ciudadanos de la capital todo el esfuerzo que habían dedicado durante todo el año.

Entre el gentío se pudo ver una gran cantidad de personas de diferentes puntos del mundo –Alemania, Inglaterra, Santo Domingo e Italia, entre otros–. Había quienes iban rezando el rosario, otros aprovecharon para cantarle al Cristo, y otra gran parte le aplaudieron. Mientras que iba avanzando la procesión, comenzaron a caer las primeras gotas de agua. A pesar de las plegarias de un alto porcentaje de fieles, la lluvia asomó 30 minutos después del inicio del paso. Algunos, como las monjas «Siervas de María», que se encontraban entre el público, lamentaron el inicio de la lluvia y pidieron al Cristo que no cayese una gota más. Estas cuatro hermanas acudían por primera vez a esta procesión, que a su parecer «es hermosísima y lo más seguro es que repitamos», aseguraron. De hecho, sólo una de ellas conocía la tradición, las otras tres –dos filipinas y una dominicana– se asombraron con la forma en la que celebran la Semana Santa en España. Y es que a pesar de que afirmaron que en su país «hay mucha más devoción, los españoles lo hacen todo más bonito y emocionante».

Finalmente, y pese a los rezos de las hermanas por que cesara la lluvia, la Hermandad de La Borriquita tuvo que detener la procesión para cubrir con varios plásticos al Cristo Jesús del Amor y a la Virgen. Diez minutos después se reinició el cortejo. Sin embargo, ésta no fue la única vez que La Borriquita se detuvo durante el desfile. Al llegar a las puertas de la Plaza Mayor, la Cofradía decidió refugiar al Cristo en los soportales de la plaza ante la gran cantidad de lluvia. Media hora después, a las 18:20 horas, la procesión reinició su paso con dirección a la Puerta del Sol.

Cuarenta minutos más tarde, la segunda procesión del día, dirigida por la Hermandad de Los Estudiantes, tenía una cita en la Iglesia de San Miguel para lucir al Santísimo Cristo de la Fe y el Perdón y a la Virgen María Santísima Inmaculada. Esta vez, numerosos devotos esperaron en las puertas de la iglesia para contemplar la salida del Cristo más de cincuenta minutos debido al chaparrón. Varios concejales del PP en el Ayuntamiento (Borja Carabante, Isabel Cubells, Jose Luis Moreno y Beatriz Elorriaga) participaron en el cortejo acompañando a la talla en su marcha.