Los Ñetas mataron a Adrián para «vengar» una agresión

La pelea no parece que se originara por ninguna disputa amorosa, asunto de drogas o ajuste de cuentas de ningún tipo. Los jóvenes latinos de Puente de Vallecas aseguran que la única razón por la que un grupo de menores terminó apuñalándo a otro es porque pertenecían a bandas rivales. El suceso culminó a las nueve de la noche del sábado con la muerte de Adrián Jacinto, un joven ecuatoriano de 16 años, a la altura del número 26 de la calle Imagen, en Puente de Vallecas, pero había comenzado el lunes de la semana pasada. Los jóvenes de la zona aseguran que uno de los supuestos enemigos de la víctima apareció el pasado lunes, a eso de las 23:00 horas, con un brazo ensangrentado porque le habían dado un «botellazo».

El sábado, al parecer, quisieron vengar la agresión al joven pero la respuesta fue desproporcionada. Aunque llevaban toda la tarde con provocaciones mutuas por la zona de la Asamblea de Madrid, la disputa terminó con una puñalada en el hemitórax derecho de Adrián. «Se encontraron dos veces y la última fue cuando mataron al chico», asegura un joven del barrio. La gran cantidad de sangre que perdió le provocaron una parada cardiorrespiratoria irreversible y los sanitarios del Samur no pudieron hacer otra cosa que certificar su muerte.

Rango intemedio en la banda

Aunque la madre del joven de tan sólo 16 años desconocía el «tonteo» de su hijo con las bandas, los jóvenes latinos de Puente de Vallecas aseguraron que el ecuatoriano de 16 años ya era «piwin», una categoría de los Latin King bastante avanzada en la que ya han pasado la fase «observatoria» y «probatoria», según explica un miembro de la banda. Es decir, que era uno de los «pequeños» en la banda y no tenía un cargo importante, pero no era del todo novato. Aseguran las mismas fuentes que sus asesinos pertenecen a la banda de los Ñetas, eternos rivales de los Latin. Se trata de cuatro menores de entre 16 y 17 años, tres de origen ecuatoriano, como el fallecido, y uno de origen venezolano. Los amigos de la víctima se concentraron la noche del sábado en el bar Sport de Puente de Vallecas, donde aseguraron que vengarán su «injustificada» muerte.