Conflictos laborales

Los sabotajes de la huelga de basuras de Alcorcón, al juzgado

El Ayuntamiento denunciará los desperfectos en el mobiliario producidos en los seis días de paros

La Razón
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Los sabotajes producidos en el patrimonio y los vehículos municipales que emplea la empresa pública Esmasa en los seis días que dura ya la huelga de basuras de Alcorcón llegarán al juzgado. El Gobierno municipal, dirigido por el popular David Pérez, anunció ayer que mañana lunes presentará la pertinente denuncia en los juzgados, junto con los correspondientes partes de intervención de los cuerpos de Seguridad y Emergencias que han tenido que actuar en algunos momentos de estas protestas. Sólo hasta ayer, se habían contabilizado ataques a 37 camiones del servicios de recogida (cristales rotos, ruedas pinchadas, lanzamiento de globos con pintura, desperfectos en elementos de señalización o maniobras...), 13 contenedores de basura quemados, daños en el vehículo particular de un trabajador de Esmasa que cumplía servicios mínimos (y que presentó denuncia de forma particular), además de heridas leves al conductor de otro camión que cubría también servicios mínimos y contra el que arrojaron diversos objetos, uno de los cuales impactó en el operario.

Fuentes municipales aseguraron que, además, en el transcurso de estos paros se han detectado diversos acto de sabotaje deliberados en algunas islas ecológicas. Tal y como informó LA RAZÓN en su edición de ayer, las tapas de algunas de estas instalaciones han sido bloqueadas con trozos de madera, varias incluso han aparecido rotas y también han localizado masilla obstruyendo los ganchos para la descarga de los contenedores. Unas acciones que, según aseguraron los responsables del consistorio alcorconero en un comunicado «muy lejos del legítimo derecho a la huelga de los trabajadores, tienen como único objetivo impedir que los ciudadanos puedan depositar la basura en los cubos». Así, el regidor de Alcorcón manifestó que estos actos constituyen una «barbarie intolerable que está teniendo un alto coste para los vecinos de Alcorcón, que pagan los sueldos de los trabajadores que se niegan a recoger la basura sin que haya ninguna razón laboral para ello: ni recortes salariales ni despido alguno». David Pérez reiteró el «deseo y compromiso» de su equipo de Gobierno «con la resolución de esta situación, que todos lamentamos, y nuestra solidaridad con los vecinos que la padecen».

Con el objetivo de que concluyan cuanto antes estas protestas, el Ayuntamiento ha hecho un llamamiento a la responsabilidad para que, explicaron, «del mismo modo que se respeta el derecho a la huelga de quienes deciden ejercerlo, que se respete también el derecho de los trabajadores que escogen no secundarla, sin presiones, amenazas o agresiones como las que ya se están produciendo».