Comunidad de Madrid

Madrid debate su reforma electoral, que Aguirre apoya y Gallardón ve corta

Los tres expresidentes de la Comunidad de Madrid han mostrado hoy diferentes opiniones sobre la propuesta del PP para la reforma de la ley electoral regional, que Joaquín Leguina ha considerado innecesaria, Esperanza Aguirre ha apoyado y Alberto Ruiz-Gallardón ha defendido pero en una versión más "drástica".

La Asamblea de Madrid ha retomado hoy los trabajos para impulsar la reforma de la ley electoral madrileña sobre la base de una propuesta del PP para adaptar el sistema alemán, que establecería que dos tercios de los 129 diputados fueran elegidos por lista cerrada y los 43 restantes de forma directa divididos en circunscripciones.

El primero en intervenir en la sesión, que ha seguido en la cámara el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha sido el socialista Joaquín Leguina, que se ha desmarcado de las posiciones del resto alegando que los actuales "males"de la política no residen en la ley electoral, sino en los partidos y en su organización.

"Los males que con tanta buena voluntad ustedes desean combatir no residen en la ley electoral, sino en los partidos, en su forma de elegir", ha recalcado Leguina, que ha señalado que la política está "pidiendo a gritos"una ley de partidos debido a que en este ámbito "las cosas han ido a peor".

Leguina ha indicado que no cree que pueda existir una ley electoral que satisfaga a todos y que la cuestión es si se ganaría mucho rebajando la actual barrera del 5 % para entrar en la Asamblea. "No lo sé contestar, pero la estabilidad gubernamental no mejoraría bajando esa barrera", ha indicado al respecto.

Frente a esa posición, su sucesor al frente del Gobierno madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, ha defendido hoy una reforma electoral aún "más drástica"que la propuesta por el PP de Madrid, en la que cada diputado regional y cada concejal represente a una circunscripción concreta.

Gallardón ha recuperado así una propuesta suya de 1995 y ha argumentado que es posible debido a que la Constitución, según ha afirmado, solo fija que el sistema electoral debe ser proporcional para la cámara baja, pero no obliga a que sea así para las restantes instituciones.

En el debate, el actual ministro de Justicia ha indicado que las listas abiertas no garantizan resultados diferentes a los existentes con listas cerradas y que el modelo de partidos como "maquinarias electorales"al servicio de los candidatos "no es suficiente"en España.

Además, ha advertido de que las leyes electorales deben ser acordadas entre los partidos que tienen responsabilidad de Gobierno y ha sugerido que este principio esté presente para evitar dudas sobre intereses partidarios.

La expresidenta Esperanza Aguirre, última en intervenir, ha defendido que el actual sistema electoral de listas cerradas es un "obstáculo"para evitar la desafección ciudadana, que según ha argumentado se debe a la corrupción, la "hipertrofia"de las cúpulas de los partidos y al propio sistema electoral.

Ha remarcado que la actual ley electoral nacional, de la que emanan los sistemas autonómicos, es una "herramienta"diseñada en la Transición para evitar la "fragmentación"política.

En este punto, ha recordado su propuesta de modificación de la ley electoral de 2003, así como la anterior de 1995 defendida por Alberto Ruiz-Gallardón, y por último la actual iniciativa, recuperada en 2011 por el PP y actualmente en debate.

Aguirre ha defendido esta última propuesta y ha rechazado las acusaciones sobre el supuesto interés político de su formación en la reforma argumentando que, si se hubiera aplicado este sistema en las elecciones de 2011, los resultados habrían sido "los mismos", lo que demuestra "la neutralidad del modelo".

Aguirre ha agregado que, pese a ser el PP la fuerza más votada en 1991 -cuando no gobernó por no alcanzar la mayoría absoluta-, si se aplicase el modelo propuesto ahora por el PP a aquellos resultados, el PSM obtendría más diputados que su partido.