Melodía cubista

Una muestra comisariada por Eugenio Carmona que subraya la importancia de Juan Gris en el cubismo y la influencia que el movimiento tuvo en la formación de la modernidad artística latinoamericana. La exposición presenta a Juan Gris desde la diversidad de sus fórmulas líricas en la vertiente más clásica del cubismo a través de las rimas plásticas entre las proporciones y las diferentes texturas.

El cubismo es la piedra angular de la modernidad en las artes plásticas y que dio pie a las vanguardias del SXX. Este primer cubismo de Picasso y Braque dio paso a otros cubismos que difundieron la modernidad en Europa y América durante largo tiempo. Un estilo que afirmaba las cualidades y sugerencias del color y las capacidades de la forma, al tiempo que los valores sensuales y vitales de la experiencia plástica. Extasiados ante la sencillez de la vida cotidiana, múltiples y dinámicos, acogieron el concepto de pintura pura, se relacionaron con el clasicismo o con la abstracción y buscaron el diálogo entre pintura y poesía. Gris aportó un cubismo más racional y analítico, lo que él llamaba la arquitectura plana y coloreada, donde la composición geométrica mantiene el orden a través de objetos integrando el movimiento en la tradición pictórica francesa. La muestra manifiesta las relaciones de Juan Gris con Emilio Pettoruti, Xul Solar, Rafael Barradas, Joaquín Torres-García y Vicente do Rego Monteiro; llegando a otras geografías y ámbitos a través de las obras de los andaluces Daniel Vázquez Díaz y Manuel Ángeles Ortiz, el polaco Louis Marcoussis, el galo Georges Valmier o el diálogo con la fotografía de Horacio Coppola y Martín Chambi. Protagonistas que hacen del cubismo una propuesta capaz de aunar tiempo y distancias.

Entre la documentación gráfica de la época encontramos publicaciones y ensayos teóricos y revistas de arte europeas y americanas; la proyección de un documental sobre Juan Gris, tres cartas de Juan Gris a Vicente Huidobro o el manuscrito de Ramón Gómez de la Serna. Las guitarras y violines de las obras de Juan Gris pueden escucharse desde la Gran Vía. Decía De la Serna que hay guitarras elocuentes con hilos de telégrafo vibrantes; quede hoy la greguería para la Fundación Telefónica.