Sucesos
Muere una niña encerrada siete horas en un coche por olvido de su padre
El hombre aparcó el vehículo cerca de la guardería del bebé, de año y medio, y se fue a trabajar.
El hombre aparcó el vehículo cerca de la guardería del bebé, de año y medio, y se fue a trabajar.
El despiste de un padre a la hora de llevar a su hija a la guardería acabó de la manera más dramática que podía imaginarse: con la muerte de la pequeña, de año y medio, en el interior del monovolumen de su padre, aparcado a escasos metros de su guardería y en el que estuvo siete horas encerrada sin que nadie se percatara de su presencia.
Al parecer, el padre se había encargado ayer excepcionalmente de llevar a la pequeña a la guardería porque su mujer, que era la que la acercaba habitualmente al centro, no podía ocuparse. Se da la circunstancia de que el hombre, además, trabaja en las inmediaciones de la escuela infantil «Ana de Austria», en el madrileño barrio de Sanchinarro. Así que, sobre las 9:00 horas, el padre aparcó el coche en la calle que lleva el nombre de la guardería y se fue andando al trabajo sin percatarse de que había dejado a la niña en el interior. Sobre las 15:00 horas, la madre acudió al centro, como hacía habitualmente, para recoger a la pequeña, pero fue advertida por las profesoras de que no había ido a clase. «La madre llamó por teléfono al padre y acudió de inmediato al lugar donde se encontraba estacionado el coche. Fue entonces cuando descubrió a la niña inconsciente. La madre y la directora de la guardería trataron de bajar el cristal de la ventanilla empujándolo con las manos, pero al final la Policía acabó forzando la puerta del coche. Poco después llegó el padre corriendo y descompuesto, pero los agentes no le permitieron acercarse al vehículo y le pidieron que entrara en la guardería», explicó un testigo de los hechos.
Al parecer, la directora del centro estuvo practicando maniobras de reanimación cardiopulmonar a la pequeña, sin éxito. Lo mismo que los sanitarios del Samur-Protección Civil, que llegaron poco antes de las 16:00 y que realizaron las mismas maniobras durante 45 minutos sin que pudieran salvarla. También acudió un pediatra de un centro de salud situado en las proximidades de la guardería, pero la pequeña se encontraba ya en parada cardiorespiratoria. Los vecinos de la zona se mostraban incrédulos ante lo ocurrido: «Un despiste puede arruinarte la vida, las profesoras de las escuela infantil estaban rotas de dolor, no paraban de llorar», decían. Los padres de la menor tuvieron que recibir asistencia psicológica.
Dejar a una persona en el interior de un vehículo a pleno sol implica que en el interior del mismo se pueden alcanzar fácilmente los 49 grados en sólo veinte minutos, siempre que el exterior está a 29 grados.
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