«Nunca falla, tiene maquinaria española»

Él y sus compañeros de la relojería Casa Losada –Pedro y Santiago Ortiz Rey– son los encargados de supervisar el funcionamiento del reloj que da la bienvenida al Año Nuevo. «No trabajamos sólo para Nochevieja, venimos todas las semanas del año para ver que todo está en su sitio», explica López. Una vez subidos los 43 peldaños que dan acceso a la maquinaria, López está en su «salsa», allí es él quien manda. «Las piezas son originales, menos los cables y las palas, que regulan la velocidad de las campanas. Es un reloj muy bueno. Tiene la particularidad de que su diseño permite quitar piezas clave y que siga funcionando, lo que ahorra tiempo en el trabajo». A pesar de la antigüedad del reloj –lo inauguró Isabel II en 1886 –, su precisión es casi perfecta, de «cuatro segundos de desfase al mes». Además, el error no se concibe en Casa Losada. «Si un día se ve algo raro, al día siguiente estamos los tres para ver qué pasa y, si se hubiera que cambiar una pieza, en 24 horas está hecho», aseguró. Todos tenemos en mente algunos fallos típicos de las Nocheviejas televisadas, pero todas responden a los presentadores que dieron una campanada cuando era un cuarto o demás cuestiones de este tipo. Nunca hemos vivido un error técnico del propio reloj. Entre risas, López dijo que «no tiene lo que hay que tener, con lo cuidado que lo tenemos y la maquinaria que tiene». Además, aunque no se le preste mucha atención, el resto del año funciona igual que en Nochevieja. «La bola cae por su peso y mueve unos martillos que golpean la campana. La primera campanada es a las doce y luego, cada tres segundos, las demás, para que no nos atragantemos con las uvas. Durante estos días, supervisamos el sonido en la calle, que aunque es natural de la campana, tiene amplificadores para que se escuche bien con toda la aglomeración de gente». Por último, es curiosos que su relojería tomó el nombre de «Losada» hace 30 años por José Rodríguez Losada, el creador del reloj de la Puerta del Sol que ahora supervisan.