Madrid
El ultra Nacho «El Raciones» llevaba aún la ropa ensangrentada cuando fue detenido
La víctima abandonó ayer la UVI y la Policía le tomará declaración cuando lo autoricen los facultativos para concluir con las diligencias del caso
La víctima abandonó ayer la UVI y la Policía le tomará declaración cuando lo autoricen los facultativos para concluir con las diligencias del caso.
Ignacio Racionero, «Raciones», detenido por ser el presunto autor del apuñalamiento de un joven de 22 años el miércoles en las inmediaciones del estadio Wanda Metropolitano, tenía aún manchas de sangre en la ropa cuando agentes de la Brigada de Información de la Policía acudieron a detenerle al domicilio de su madre en el madrileño barrio de Chamberí, según informaron a LA RAZÓN fuentes de la investigación. El arresto se produjo pasadas las tres de la mañana, ocho horas después del apuñalamiento, porque según las mismas fuentes tras la agresión «Raciones» se habría «ido de fiesta» antes de regresar a casa.
Al parecer, el apuñalamiento estuvo precedido de una discusión entre ambos en los prolegómenos del partido de la Copa del Rey entre el Atlético de Madrid y el Sevilla en el estadio rojiblanco en la capital. El enfrentamiento entre Racionero, que pertenece a una facción del Frente Atlético denominada «Suburbios Firm», y su víctima, perteneciente a dicho Frente, se produjo en el exterior de un bar donde suelen reunirse aficionados radicales del equipo madrileño.
El agresor, un «ultra» de 40 años implicado en el caso Zabaleta y con problemas mentales, estaría medicado en el momento del suceso para tratar algún problema psiquiátrico. Personas que estaban dentro del establecimiento salieron al percatarse de lo que pasaba y vieron huir a Ignacio Racionero después del apuñalamiento, al que varios testigos no dudaron en reconocer y así se lo indicaron a la Policía.
Huyó por un parque próximo y dichos testigos vieron cómo tiraba algo al suelo, que resultó ser el arma blanca con el que agredió al joven y que abandonó en una zona infantil cercana. La Policía tomará declaración a la víctima, que ayer abandonó la UVI del Hospital La Paz y pasó a planta, cuando los facultativos lo autoricen para concluir las diligencias del caso. Había sido atendido de tres heridas por arma blanca en muslo, brazo y espalda, la última de carácter grave.
Tal y como adelantó ayer este diario, «Raciones» es un viejo conocido de la Policía. En diciembre de 1998 estuvo implicado en la muerte del hincha de la Real Sociedad Aitor Zabaleta –durante el juicio declaró que había pasado toda la tarde con el único condenado por esta muerte, Ricardo Guerra– y hace apenas seis meses había salido de prisión tras cumplir una condena por atracos con violencia de varias farmacias de su barrio. En el juicio de Zabaleta se intentó que se le condenase por desórdenes públicos y asociación ilícita por pertenecer al grupo Bastión, pero sólo se le condenó 18 meses por desórdenes públicos. Veinte años después de ese asesinato que conmocionó el fútbol español, Racionero sigue dando malas noticias.
«No distingue el bien del mal, es un ultra muy peligroso e inestable», describen al detenido algunos de sus conocidos. En declaraciones a Efe personas conocedoras de su perfil violento aseguraron ayer que habían hecho porras sobre cuánto tiempo duraría en la calle antes de volver a la cárcel. Durante su internamiento penitenciario el comportamiento de Ignacio Racionero le granjeó graves problemas con otros presos hasta tal punto que fue trasladado a varias cárceles de Madrid, Galicia y León.
En 2001 Racionero fue expulsado por el Atlético de Madrid tras asaltar, junto a una decena de ultras, el campo en el que estaba entrenando su equipo. Insultó a jugadores y a miembros del cuerpo técnico y fue imputado por delitos de desórdenes públicos y asociación ilícita.
«Han soltado a un lobo en un corral de gallinas», añadieron conocidos del detenido a Efe. Ellos creen que «o se le interna en un psiquiátrico o en la calle Racionero es un peligro público».
En el Atlético de Madrid aseguran que no tienen ninguna relación con Racionero y que hace ya muchos años que no forma parte del club rojiblanco desde 2001, cuando dejó de ser socio . Tampoco entra con el resto del Frente para ver los partidos del Atlético en el Wanda Metropolitano porque esa grupo de hinchas entra al recinto con una huella dactilar, además de que todos están fotografiados para que una vez estén dentro del nuevo estadio rojiblanco estén perfectamente localizados. El club no quiere que dentro del estadio haya problemas de violencia porque en los últimos años el grupo ultra rojiblanco ha protagonizado las peores noticias del fútbol. Sin embargo, la Policía está considerando la posibilidad de que Racionero sí intentase entrar a ver el partido de Copa entre el Atlético y el Sevilla, y que por eso se encontraba en las inmediaciones del estadio, y que hubiese intentado conseguir una entrada de algún modo.
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