Revolución cerebral

Que los últimos –y no siempre fáciles– avances tecnológicos lleguen a la sociedad de a pie. Ése, el de reducir la brecha entre ciencia y divulgación, es el eje vertebrador de la exposición que acaba de aterrizar en plena Gran Vía y que organizan la Fundación Telefónica y la Obra Social «la Caixa». «TecnoRevolución» se llama la propuesta. En ella, confluyen los avances y el origen de las tecnologías convergentes: nanotecnología, biotecnología, tecnologías de la información y la comunicación y ciencias cognitivas.

La revolución que plantea la muestra es la que, en los últimos tiempos se ha vivido gracias a la confluencia de estas cuatro ciencias, y que, más allá de explicaciones académicas y teoremas, se deja sentir y mucho en campos como la construcción, el transporte, la medicina, el arte o la educación. Para la comprensión de estos avances, el viaje realiza cuatro paradas. Un primer ámbito que ofrece una pequeña historia de la evolución tecnológica que arranca con herramientas de hace miles de años hasta los últimos robots; otro en el que comprender mejor cómo internet y las redes de comunicación están transformando nuestra realidad; un área con las aplicaciones surgidas de la convergencia de estas ciencias, como la que, por ejemplo, permite mover objetos con ondas cerebrales o robots que retan al visitante en un duelo para ver quién es más rápido; y un último espacio con los resultados más cotidianos de la TecnoRevolución y que disfrutamos desde hace años, como los móviles o las calculadoras.

La exposición, abierta hasta mayo, estará además complementada por actividades paralelas como conferencias –de científicos y divulgadores de la talla de Philip Ball, Javier de Felipe y Kevin Warwick– y talleres para jóvenes y adultos. En este último ámbito, destacan los cursos de videomapping y los de robótica.