Sucesos

Robo de madrugada y con soplete en la parroquia de Atocha

La banda se llevó casi 1.500 euros y un vehículo con ordenadores. La Policía investiga si alguien del entorno de los frailes les dio información desde dentro

Los ladrones actuaron la madrugada del sábado pero los frailes se enteraron por la mañana siguiente
Los ladrones actuaron la madrugada del sábado pero los frailes se enteraron por la mañana siguientelarazon

La banda se llevó casi 1.500 euros y un vehículo con ordenadores

La Policía investiga si alguien del entorno de los frailes les dio información desde dentro

No falla: llega la víspera de un festivo y, al contrario que la mayoría de trabajadores, las bandas dedicadas al robo se ponen manos a la obra. Ya es un clásico en Madrid. A la vuelta de puentes y vacaciones, el repunte de denuncias por robos con fuerza en vivienda o establecimiento son una realidad porque las bandas aprovechan para actuar cuando no hay nadie. Ocurrió también la noche del 11 al 12 de octubre. Uno de los blancos de los cacos fue la parroquia de Nuestra Señora de Atocha, en el distrito de Retiro, que es una iglesia conventual y viven frailes. El templo no sufrió ningún daño ya que los ladrones entraron a la parte de debajo de la iglesia, el claustro adjunto al templo, donde están los despachos parroquiales. Los frailes duermen en la parte de arriba, por lo que no se enteraron de nada, según explicó ayer uno de ellos. «Fue la madrugada del 12. Rompieron las ventanas, la puerta principal, se llevaron un coche y causaron unos daños que aún no hemos cuantificado. Está todo en manos de la Policía», explicó.

Al parecer, los cacos accedieron cortando las rejas y fracturando el cristal de una de las ventanas. Según la denuncia policial, a la que ha tenido acceso este diario, en el interior se encontraban revueltas varias estancias y, de una de ellas, se habían llevado 300 euros de una caja de caudales. De otro de los despachos, al cual accedieron con bombín, según la denuncia, se llevaron 1.000 euros de una caja fuerte que había sido forzada, probablemente mediante soplete.

No se conformaron con eso. Del interior de una portería, según fuentes policiales, se llevaron 120 euros y, lo más valioso: las llaves de un vehículo que posteriormente sustrajeron del garaje. Se trata de un Citroën C4 gris con matrícula terminada en DFR. Pero no solo el coche era lo mejor del botín, sino que además venía con «regalo dentro». Según denunciaron los religiosos, en el interior del vehículo había tres ordenadores portátiles, una impresora y una televisión.

El denunciante, Ismael, C. M., llamó a la Policía a las 9:30 horas de la mañana, cuando bajaron a realizar sus tareas en esa zona de la iglesia. La Policía investiga si los actuantes eligieron este objetivo por contar con información de alguien cercano a la congregación ya que, a priori, no parece un lugar elegido al azar porque sabían donde estaba el dinero, las llaves del coche y los materiales que había dentro del vehículo.