Historia

Historia

Silenciar a los héroes

Carta a Carmena

La Razón
La RazónLa Razón

Carta a Carmena, por José Luis Moscardó

Sra. Carmena,

Los españoles hemos sido un ejemplo de convivencia, reconciliación, perdón recíproco y maneras democráticas, con la armonía lograda durante los últimos 78 años.

En contra de tal convivencia, se encuentran los acuerdos adoptados por el Pleno de 29 de junio de 2016, privando a varios personajes de su condición de Hijos Predilectos de Madrid, o de la Medalla de oro con la cual se les distinguió.

El dislate jurídico y la incongruencia no han podido ser mayores, pues los citados honores son de carácter vitalicio y las personas con ellos distinguidos en su día, a la que Vd. y sus apoyos políticos en el Pleno han querido vejar con tal retirada, han fallecido en su totalidad.

Entre ellos, se encuentra el General D. José Moscardó Ituarte, nuestro abuelo paterno.

Su falta, según afirman Vd. y su Comité, fue la de sublevarse contra la República en 1936.

Los hechos que protagonizaron, tanto él, como la totalidad de los defensores del Alcázar de Toledo, ni le importan, ni quiere -por ello los silencia y oculta-, que sean recordados por los madrileños los protagonistas de una gesta militar y humana.

En efecto, salvo que un trasnochado rencor no permita verlo así, la epopeya de la Defensa del Alcázar de Toledo es y será parte de los anales de la historia humana y militar de España.

Si consideramos que:

-1.786 personas (de los cuales 572 eran familiares, religiosas, mujeres y niños) se refugiaron en el Alcázar de Toledo para salvar su vida, amenazada de muerte por las actuaciones de las milicias del Frente Popular en Toledo;

-quienes no lo hicieron, siendo considerados por el odio frentepopulista como supuestos "facciosos", sufrieron ataques a sus personas; siendo encarcelados y/o asesinados en esos días del verano toledano, de quemas de iglesias y conventos.

-buen ejemplo de ello fue que detuvieran y fusilaran a Luis Moscardó, hijo del entonces Coronel, cumpliendo así la amenaza de matar a su hijo si no rendía y entregaba el Alcázar a sus atacantes.

-también lo es el que detuvieran a su hijo Carmelo, más joven aún que Luis, y a su esposa Dña. María Guzmán, a la que un denominado "Tribunal "Popular"quiso juzgar por el delito de rebelión, penado con la muerte, cuando el único "delito"de todos era ser la familia del Jefe de la Defensa.

Lejos de tratarse de una actuación "golpista", desgraciadamente fue en ese momento la única forma de salvar la vida de centenares de personas cuyo único crimen era el tener ideas políticas no alineadas con el terror del frentepopulismo.

Es innegable que se trató de una gesta humana y militar. De un acto heroico, protagonizado por todos y cada uno de los defensores y víctimas del asedio. Así ha sido universalmente reconocido por personas de todo pensamiento político, con abstracción de sus ideas.

Y ello, fuese del color que fueran los defensores; haya sucedido entonces, o en la época de Guzmán el Bueno; pese a constantes ataques aéreos y bombardeos de artillería; voladura de las torres con minas; la mayoría abrumadora del ejército atacante y privaciones de agua, alimentos y medicamentos.

Nada fue capaz de doblegar la heroica defensa, que duró más de dos meses, asombrando al mundo.

El único "crimen"que se le reprocha es el haber resistido, pese a todo, a las amenazas de matar a sus hijos, y el haber logrado salvar la vida de la mayor parte de los defensores.

La Ley de la Memoria Histórica ampara la Declaración de reparación y reconocimiento personal de quienes padecieron los efectos de las resoluciones que la Ley declara ilegítimas.

El General Moscardó fue esposo de una encarcelada y procesada injustamente por los sedicentes Tribunales Populares; padre de Luis, asesinado en Toledo por ser su hijo; de Carmelo (16), encarcelado y llevado a fusilar, salvando su vida in extremis; y de José, fusilado en Barcelona en los mismos días, por el crimen de llevar puesto un escapulario. Todos ellos merecedores de la Declaración de reparación y reconocimiento personal que señala el art. 3.1 de la Ley para las víctimas.

Mal se entiende que rodeado de víctimas, con tanto sufrimiento y después de haber comandado a un grupo de héroes, se pueda pensar que Moscardó no sea merecedor de medallas, de títulos de hijo predilecto o de dar su nombre a una calle.

Que sean los españoles quienes juzguen. Afortunadamente, los divergentes del pensamiento único de Vds., nos sentimos orgullosos de la heroica actuación de los defensores, despojada de todo color político que pudiera Vd. ver en ella.

Para todos los descendientes de los héroes del Alcázar de Toledo, vaya siempre nuestro afecto y solidaridad.

Madrid, a 24 de septiembre de 2016

Fdo.: José Luis Moscardó Morales-Vara de Rey

José Luis Moscardó