Sólo el PP, en la diana del escrache

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca parece haber situado en el centro de su diana al Partido Popular. En su ideario, la asociación liderada por la mediática Ada Colau subraya su autonomía, su pluralidad y su independencia política. Sin embargo, sus acciones de protesta, especialmente las de las últimas semanas, han estado dirigidas siempre contra integrantes del PP. El miércoles, la diputada nacional y concejal del Ayuntamiento de la capital Eva Durán y el alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría, sufrieron el acoso de varias decenas de personas. Ayer, la también diputada popular María Luz Bajo Prieto fue víctima de un escrache en la puerta de su domicilio particular. Y hoy, la campaña de intimidación continuará: los simpatizantes de la PAH están convocados a las 18 horas en la plaza de Manuel Becerra, con la intención de trasladarse hasta la casa de otro representante político de esta formación.

De esta forma, hoy por la tarde concluirá la primera semana en la que la PAH ha comunicado previamente un calendario de protestas –fundamentalmente a través de las redes sociales– con la intención de tener un mayor seguimiento. La próxima semana, continuará la ofensiva. El martes 9, los afectados por la hipoteca ya han anunciado su intención de manifestarse frente a las sedes del Partido Popular de Madrid y de, al menos, otras ocho ciudades del país. Serán, según sus convocantes, «concentraciones escrache». En su argumentación defienden que hay razones de sobra para llevar a cabo estas acciones intimidatorias contra los populares: «El PP ha hecho un burdo intento de criminalizar la campaña de escraches informativos a los diputados del PP para desviar la atención, porque las demandas de la ILP tienen el apoyo del 90% de la ciudadanía», aseguran. A lo que añaden que «el Partido Popular ahora tiene la obligación de escuchar el clamor popular, está en sus manos aceptar las demandas de la ciudadanía, o continuar perpetuando una situación que condena a miles de personas a una muerte civil».

Hasta el momento ninguna de las concentraciones convocadas con la intención de efectuar un escrache ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno, pese a la obligación que existe de hacerlo. Tampoco se ha infomado de la iniciativa del próximo martes frente a la sede de la calle Génova.

Mientras, las reacciones políticas se suceden ante este fenómeno. El presidente regional, Ignacio González, aseguró ayer en la Asamblea que «sería bueno que la plataforma condenase esas actitudes amenazantes e intimidaciones que estamos viendo todos los días en la calle, entre otras cosas, para legitimarse aún más». La alcaldesa de la capital, Ana Botella, recordó por su parte los miles de desahucios que hubo en Madrid durante los mandatos de Zapatero y que entonces «no hubo» escraches. Precisamente uno de los políticos «escrachados», Miguel Ángel Santamaría, alcalde de Colmenar, movió ayer ficha y presentó ante la Guardia Civil una denuncia por «acoso e intimidación». A través de un comunicado, el primer edil reconoció haberse sentido «intimidado, acosado, coaccionado y provocado». La protesta contra él terminó ante la puerta de su domicilio, ante lo que recuerda que su familia «no tiene la culpa de nada y no tienen por qué soportar este tipo de actos, ni vivir una situación muy violenta que ha llegado a asustarles».