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Telefónica desmiente la acusación por censura de Gómez en la Asamblea

El líder del PSM dijo tener un informe de la compañía que demuestra que la Cámara usó inhibidores en un Pleno para impedir las comunicaciones. La compañía niega haber hablado con el PSOE. En su informe afirma que la red no fue capaz de absorber tanto «tráfico»

Gómez salió del Pleno para apoyar las protestas del exterior y denunció que se eliminó la cobertura para evitar que los diputados estuvieran informados
Gómez salió del Pleno para apoyar las protestas del exterior y denunció que se eliminó la cobertura para evitar que los diputados estuvieran informadoslarazon

«Censura» y «oscurantismo» se han convertido en el último mes en las palabras preferidas del líder de los socialistas madrileños cuando le toca hablar de la dirección de la Asamblea de Madrid. Todo porque durante el pleno del pasado 5 de diciembre, en el que varios centenares de manifestantes se citaron en la puerta de la Cámara autonómica para protestar contra el proyecto de Ley de Presupuestos de 2013 –en el que se aprobaron importantes medidas de ajuste, la privatización de la gestión de parte del sistema sanitario madrileño, entre ellas–, se produjeron problemas con las conexiones telefónicas y de internet tanto entre los parlamentarios como en los dispositivos móviles de los invitados al Pleno o de los propios manifestantes.

A raíz de estas interrupciones, Tomás Gómez no dudó en manifestar que «había inhibidores de frecuencia y que cortaron (desde la Asamblea) las comunicaciones no permitiendo la libertad de expresión». Seis días después del polémico Pleno, durante la siguiente reunión de la Junta de Portavoces, el socialista fue más allá y, según quedó recogido en el diario de la sesión, aseguró que «Telefónica ha informado a mi Grupo Parlamentario de que éstos fueron ocasionados por barridos de frecuencia de los inhibidores, no por fallos del sistema» e incluso añadió que los socialistas pondrían estos hechos en conocimiento de la Justicia.

Hasta ese momento, distintas fuentes de la dirección de la Asamblea venían denunciando que los problemas con las comunicaciones venían de largo. Un informe de la Dirección de Informática y Tecnología de la Cámara pone de manifiesto, explicó en la dictada reunión José Ignacio Echeverría, presidente del Parlamento regional, «las graves deficiencias del servicio acaecidas durante las sesiones plenarias desde finales de junio». «El corte de comunicaciones se debió a tales deficiencias, agravadas por el incremento de peticiones de conexión producido por los asistentes a la manifestación», añadió Echeverría, quien aprovechó para anunciar que «como consecuencia de dichas deficiencias y de la falta de medidas para solventarlas» proponía «que no se ejercite la opción de prórroga del contrato actualmente en vigor y la apertura de un nuevo concurso» para cambiar de compañía de telefonía.

Gómez, que aquel 5 de diciembre no dudó en abandonar su escaño para salir a hacerse una foto con los manifestantes y unirse a los invitados a los que el presidente de la Asamblea prohibió estar en las gradas del Hemiciclo tras provocar varias interrupciones en el desarrollo del Pleno, insistió en que el informe de la empresa telefónica «refleja que no hubo ningún fallo en las líneas y sí un barrido de los inhibidores». Pero la coartada no le ha durado mucho al socialista. El 18 de diciembre el director de administraciones públicas para Madrid, Castilla La Mancha y Castilla y León de Telefónica se ponía en contacto con Fabio Pascua, secretario general de la Asamblea, para aclarar que «no tienen constancia de ningún contacto oficial con responsable alguno del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid que se haya identificado como tal» y le remitió un informe sobre las actuaciones de la red móvil que da servicio a la Asamblea que dan al traste con la versión del socialista.

Y es que la proveedora de los servicios en su análisis comparte, como no podía ser de otra forma, las palabras de Echeverría y concreta en un informe, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, que el 5 de diciembre estos problemas «se agravaron de forma considerable al haberse producido una importante concentración de personas en los aledaños de la Asamblea». «Esto se ve reflejado –continúa el documento– en los intentos de acceso a la red, dado que en un día normal son de unos 30.000-36.000 en una de las células que cubren el emplazamiento, mientras que el 5/12 el número de intentos fue de 200.000-253.000 en cada una». Una situación que desde la empresa calificaron de «alta congestión» y en la que, reconocen, «la red no es capaz de absorber un aumento de tráfico tan elevado».

El pleno más polémico del curso

El pasado 5 de diciembre se recordará en las crónicas parlamentarias por ser el Pleno más polémico de la pasada temporada. Dentro se debatían las enmiendas a la Ley de Presupuestos de 2013, que contiene el Plan de Sostenibilidad del Sistema Sanitario. Fuera, miles de manifestantes protestaban contra dicho plan; uno de ellos fue detenido cuando intentó acceder al hemiciclo y por agresión a un agente de la autoridad. El presidente de la Cámara interrumpió el Pleno y desalojó la tribuna de invitados por que algunos de éstos sacaron pancartas. Desde entonces está prohibido invitar a personas ajenas a la Cárama a asistir a un Pleno.