Conciertos

The Bright, sin fronteras

The Bright, sin fronteras
The Bright, sin fronteraslarazon

El dúo leonés presenta su magnífico segundo largo, «Estados», de corte folk eléctrico, ahora en castellano

En tiempos de inmediatez y urgencia, The Bright traen fuego lento. El dúo leonés, formado por Miryam Gutiérrez y Aníbal Sánchez, que fue casi unánimemente grupo revelación nacional en 2011 con «Soundtrack for a Winter's Tale», presenta nuevo disco, «Estados» (Subterfuge), con el apoyo de una gran banda de rock (su puesta en escena anterior era más escueta) pero sin renunciar a sus puntos cardinales, el folk eléctrico e íntimo que les permitió abrirse hueco en el nutridísimo panorama nacional. Nota a pie de página: habría que preguntarse qué pasa en Castillla y León para que algunos de los grupos españoles que más se acercan a la raíz americana sean de esa tierra. Porque si Arizona Baby vienen de la estepa vallisoletana, The Bright son dignos representantes de la tundra leonesa. ¿Habrá algún subterráneo que conecte con Nashville? Teorías bizarras al margen, The Bright ponen en juego ahora todo un arsenal de mandolinas, órganos hammond, e incluso de una cigarbox (un tipo de guitarra cuya resonancia es una caja de puros), asistidos por Juan Marigorta, productor del disco, David Franco y Juancho López, una propuesta que debe servir para ponerles en el mapa de forma definitiva. «Si miramos unos meses atrás y pensamos en cómo fue cada minuto del disco, nos damos cuenta de que las canciones llegaron ya con una forma y una identidad. La inmediatez de la grabación de nuestro primer trabajo quedaba esta vez enriquecida tras el reposo durante meses desde la tranquilidad, la reflexión y la calma. Canciones que hablan de la sucesión descontrolada de sentimientos, del devenir y, en definitiva, de los diferentes estados que puede experimentar el alma humana», describe Miryam Gutiérrez.

En el disco, los estados que priman no son los que delimitan territorios, sino los del alma. Los doce cortes del disco traen un carrusel de sentimientos que casi parecen estar escritos por el mismo personaje, alguien que realmente sabe lo que es perder. Deben tener voz propia unos chicos que logran que en el conjunto suene coherente una versión de «Jollene» de Dolly Parton. Y hablando de voz, es cierto: ahora cantan en castellano.