Operación Policial
Tres detenidos con 5 kilos de coca tras una persecución en Arroyomolinos
El pase de droga iba a producirse el pasado viernes en el parking del Burger King. Dos de ellos ya han entrado en prisión provisional
Aunque los pases de sustancias estupefacientes se dan a diario a mayor y menor escala, no es nada habitual ver uno de cinco kilos de cocaína de gran pureza en una zona concurrida. Ocurrió el viernes pasado, a eso de las 20:00 horas en el parking del Burger King de Arroyomolinos, un lugar bastante frecuentado a esas horas de un fin de semana. La voz de alarma la dio un vecino de la localidad, que llamó al 112 y alertó sobre la «actitud sospechosa» de unos individuos en torno a un vehículo aparcado en este aparcamiento público, situado en al calle Noruega. La llamada fue desviada a la Policía Local de Arroyomolinos, que acudió al lugar en el momento. Los agentes vieron a los dos individuos y procedieron a su identificación. En cuanto vieron que se les acercaba la Policía, lógicamente y dado la gran cantidad de sustancia que portaban, se mostraron muy nerviosos y optaron por emprender la huida cada uno por su lado: uno a pie y el otro cogió el coche.
El agente que iba a proceder a la indentificación de los sospechosos se dirigió hacia el que huyó a pie, que era el peor parado, ya que él portaba el estupefaciente. Nada menos que 5,2 kilos de cocaína de gran pureza (la prueba del narcotest reaccionó enseguida) en una bolsa de papel.
El conductor, que huyó en un Chevrolet Kalos rojo, no tuvo más suerte, porque fue perseguido por el compañero del agente que les iba a identificar, que se quedó dentro del coche patrulla y pudo emprender la persecución en el momento. A unos 100 metros, a la altura del Telepizza de la Avenida Francia de la localidad, terminó la suerte del segundo sospechoso. Se trata de Fausto, un dominicano de 36 años con residencia en Madrid capital, y de José Antonio, español de 24 años con residencia en la vecina localidad de Móstoles. Ambos fueron detenidos y trasladados a las dependencias de la Guardia Civil, acusados de un delito contra la salud pública. Los agentes del instituto armado tomaron declaración a los detenidos y, tras una primera investigación, se procedió a la detención de un tercer individuo, probablemente el que iba a ser el comprador de la sustancia estupefaciente, Miguel. Los tres fueron puestos a disposición judicial ante el titular del juzgado de guardia de Navalcarnero (partido judicial al que pertenece Arroyomolinos), que acordó dejar en libertad sin fianza a Miguel y dictó prisión provisional para Fausto y José Antonio. Dada la gran pureza del estupefaciente y los cinco fardos de cocaína con los que les pillaron, parece complicado que vayan a librarse de bastantes años en prisión una vez que salga el juicio y el juez establezca una condena.
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