Comunidad de Madrid
Ultimátum al alcalde de Parla para que abra su parque de Bomberos
El nuevo parque de Bomberos de Parla no termina de despegar. El Ayuntamiento de la localidad –administración que se ha encargado de sufragar la construcción de la nueva infraestructura– tiene las llaves de las instalaciones desde septiembre del año pasado, pero, los efectivos antiicendio no han llegado aún a incorporarse a su nueva base. El motivo no es otro que las deficiencias que desde entonces vienen localizando los técnicos de la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid y que impiden que el parque de Bomberos consiga todas las licencias para comenzar a funcionar.
El tira y afloja entre el Ejecutivo regional y el consistorio dirigido en la actualidad por el socialista José María Fraile viene de antiguo. En concreto, de la época en la que su antecesor y actual secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) era regidor del municipio. El Ayuntamiento de Parla firmó el llamado «protocolo de intenciones» para construir el nuevo parque de Bomberos el 21 de octubre de 2005. Gómez, entonces alcalde de la localidad, no sacó el concurso para comenzar con las obras hasta un año y medio después. El proyecto ya arrancó con retraso, lo que nunca llegaron a pensar ninguno de los firmantes de este protocolo es que pasarían más de 9 años antes de que los primeros bomberos comenzaran a trabajar en el Camino de la Cantueña de Parla.
Una vez el consistorio aprobó las obras, se inició un periodo legal en el que la Comunidad de Madrid, en este caso los técnicos de la Dirección General de Protección Ciudadana, debían acudir a inspeccionar el parque a fin de comprobar que las instalaciones reúnen los requisitos y cualidades para albergar un parque de Bomberos. En su visita los técnicos señalaron al Ayuntamiento qué es lo que necesitaban o lo que había que cambiar en el edificio. Era el consistorio, como responsable de la obra, el que debía dar la orden a la constructora para ejecutarla y dar el siguiente paso, que le corresponde a la Comunidad, y es el de la dotación de los medios humanos. Y en este punto es en el que se encuentra actualmente el proyecto.
Hasta la fecha, los técnicos de la Dirección general de Protección Ciudadana han identificado una lista de más de 40 deficiencias. Apuntan que la infraestructura carece de los requisitos necesarios para entrar en funcionamiento tal y como ha acreditado en reiterados informes. José María Fraile, en cambio, ha repetido en varias ocasiones durante los últimos meses que el problema no es tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad, a la que, incluso, llegó a amenazar con una denuncia: «Hemos cumplido nuestro trabajo y si esto sigue así, desde luego tendremos que recurrir donde sea necesario», aseguró el 13 de octubre el regidor en una visita a las instalaciones.
Pero la realidad era otra. El 5 de noviembre de 2013 el director general de Protección Ciudadana del Ejecutivo regional remitió una carta a Fraile en la que le recordaba que, «a efectos de poder confeccionar el convenio de cesión gratuita por parte del Ayuntamiento», le solicitaba documentación sobre el inmueble, tal y como la referencia catastral, el número de finca registral, la acreditación de la propiedad de la misma, los linderos, la superficie de la parcela, una manifestación de estar libre de cargas o la memoria de la edificación, entre otros documentos, que aún no han remitido, según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes de la Consejería de Interior.
De nuevo dos semanas después el mismo organismo volvía a solicitar, de manera pormenorizada, «la documentación que ya les requirió». Pedía al consistorio, además, las licencias municipales de obra, la de primera ocupación, el certificado energético o el libro del edificio. Todo, papeleo municipal.
Finalmente el 31 de enero, mes y medio después, los responsables de Parla remitieron a la Comunidad la documentación imprescindible para la cesión. Los técnicos, sin embargo, tampoco entonces pudieron dar su beneplácito a la operación. Con fecha de 7 de febrero, Interior volvía a remitir una carta al Ayuntamiento en la que le hacía nuevas consideraciones sobre el edificio, que presentaba deficiencias en el centro de transformación, no contaba con el certificado del gas, la certificación del sistema de aire comprimido y el de extinción de incendios de la cocina. Algunas de ellas, necesarias para el día a día de los efectivos de Bomberos que van a trabajar en la instalación. Las dos primeras fueron solventadas este mes, pero quedan las restantes. Ahora la apertura del parque de Bomberos depende de que el Ayuntamiento consiga y remita estos últimos documentos.
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