Arquitectura
Un BIC «cuarentón»
La Comunidad de Madrid ha dotado a la torre diseñada por Sáenz de Oiza con la máxima protección
La Comunidad de Madrid ha dotado a la torre diseñada por Sáenz de Oiza con la máxima protección.
La torre que albergó la moderna sede del BBVA en AZCA ha recibido por parte de la Comunidad la máxima protección con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento. El edificio, obra del arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, fue inaugurado en el año 1981 como sede del por entonces Banco de Bilbao. Se da la circunstancia de que el edificio de la anterior sede de la entidad en la calle de Alcalá también fue declarado BIC hace 20 años.
Con esta protección se da reconocimiento a un edificio que, pese a su «juventud», posee no sólo valores arquitectónicos, sino también históricos y culturales. Así, la obra de Oiza, es un referente en España como edificio de oficinas en altura, convirtiéndose en un hito del «skyline» de la ciudad con sus 107 metros de altura y 37 plantas (cuatro de ellas bajo rasante).
Elegante e imponente
Según se destacó ayer en el acuerdo del consejo de Gobierno de la Comunidad, este inmueble es singular por su compleja y original concepción estructural, por sus acertadas proporciones, cuidado diseño y la nobleza de los materiales utilizados, novedosos y «dentro de la más estricta modernidad para el momento de su construcción», pero que le dan una imagen de nobleza y elegancia sin estridencias. Acabado en acero corten y lunas tintadas en bronce, se impuso rápidamente en el paisaje urbano de Madrid «por su cromatismo y su presencia serena e imponente». Remarca también al «reconocimiento unánime desde su inauguración de su singularidad y valores arquitectónicos, siendo considerado en los ámbitos profesionales como uno de los mejores edificios de oficinas de España». El edificio, vendido por el BBVA en 2007 para mudarse en 2014 a la nueva sede en el barrio de Las Tablas, conocida como «La Vela», diseñada por el estudio suizo Herzog & de Meuron, en el que destaca la torre circular de 17 pisos, fue objeto de una cuidada restauración basándose en los criterios del arquitecto navarro.
Sáenz de Oiza, quién falleció en Madrid en 2000, es uno de los arquitectos españoles más reconocidos internacionalmente. Premio Nacional de Arquitectura en 1946, recién titulado, fue galardonado, entre otros reconocimientos, con el Premio Príncipe de Asturias en 1993 y es autor de otro importante edificio en Madrid: Torres Blancas.
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