Un cruce a la japonesa entre Goya y Alcalá

Este punto del distrito de Salamanca estrenará en 2017 el primer paso de peatones en diagonal de la capital, inspirado en el de Shibuya de Tokio

Cualquier peatón que haya atravesado el triple cruce existente entre las calles de Alcalá, Goya y Narváez/Conde de Peñalver habrá tenido la sensación de verse obligado a dar un rodeo y de tardar demasiado tiempo en moverse por este entorno. Para trasladarse desde una esquina de una de estas calles hasta la opuesta es necesario cruzar tres pasos de cebra y esperar los correspondientes semáforos. Seguirá siendo así sólo hasta 2017. El próximo año, este punto del distrito de Salamanca será reformado por el Ayuntamiento de Madrid con un proyecto de inspiración japonesa. Se instalará, por primera vez en la capital, un cruce para peatones en diagonal.

Un nuevo concepto para la movilidad de los que transitan estas calles cuyo ejemplo más famoso a nivel mundial se encuentra en el cruce de Shibuya, en Tokio. Recientemente, en 2009, Londres hizo suyo el concepto de paso de cebra en diagonal para uno de sus cruces con mayor congestión de viandantes, en Oxford Circus. Esta solución, tal y como recuerdan sus impulsores, también ha sido desarrollada en Países Bajos –en la ciudad de Gröningen, en este caso para ciclistas– y en Los Ángeles.

La confluencia de Goya con Alcalá servirá para probar su eficacia ahora por primera vez en Madrid. Será así gracias a que la iniciativa se convirtió en la más votada en los Presupuestos Participativos dentro de las planteadas para el distrito de Salamanca. Primero fue validada por los técnicos municipales y en la fase de votación logró 304 apoyos. El Gobierno de Manuela Carmena deberá incorporar este proyecto a sus cuentas de 2017. El coste estimado para desarrollarlo es de 350.000 euros.

Una propuesta de ciclistas

La propuesta fue impulsada y difundida por el blog «En bici por Madrid» –enbicipormadrid.es– y, a juzgar por el resultado, lograron convencer a los vecinos del distrito. La iniciativa plantea establecer «una fase semafórica sin tráfico motorizado en todo el cruce». El objetivo es permitir que los peatones puedan desplazarse libremente por la calzada de este cruce para, de esta forma, poder desplazarse –con el tráfico de vehículos cerrado en todas las calles a la vez– de un modo más rápido y cómodo. En resumen, recorrer distancias de 40 metros sin tener que dar un rodeo de más del triple y teniendo que esperar hasta tres semáforos. «Hace tiempo que yo ya le daba vueltas y cuando comenzaron los presupuestos participativos, pedimos en el blog ideas y, a la vez, servir de filtro. En el caso de la iniciativa para este cruce, todo el mundo consideraba que era necesario», señala Iván Villarrubia, uno de los impulsores de la propuesta.

La idea deberá ser, a partir de ahora, perfilada por los técnicos municipales de las áreas de Movilidad y de Desarrollo Urbano. El cruce entre estas calles no es simétrico, como ocurre en los casos de Tokio y Londres y, por ello, requerirá de una solución algo más compleja. Será por tanto un estudio el que determine qué esquinas de estas cuatro calles (Goya, Alcalá, Narváez y Conde de Peñalver) quedan comunicadas a través de los pasos de peatones en diagonal. Algunas de estas aceras tienen una mayor complejidad, como, por ejemplo, la situada entre Alcalá y Conde de Peñalver, en cuyo vertice actualmente está una de las bocas de metro de Goya.

Al margen de los beneficios que el proyecto tendrá para los peatones que habitualmente atraviesan este punto, también los usuarios de la bicicleta verán mejorada su movilidad. Tal y como recoge la propuesta, la fase semafórica sin tráfico motorizado permitirá también «el paso de bicis en todas las direcciones cediendo el paso a los peatones, para poder así realizar todos los giros a la izquierda actualmente prohibidos».