Un mostrador en las casas de apuestas detectará a menores y ludópatas

Hasta ahora, los locales no contaban con ese espacio específico para controlarlos.

Los salones de juego y las casas de apuestas tendrán a partir de ahora su acceso restringido. Concretamente, a dos colectivos: los menores de edad y aquellos pacientes de ludopatía que estén inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ). El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó ayer estas nuevas medidas, que equipararán estos locales a otros de similar naturaleza, «como bingos y casinos», puntualizó ayer Engracia Hidalgo, consejera de Economía, Empleo y Hacienda. Para llevar a cabo estas reformas, el Gobierno modificará dos decretos y una ley.

¿Cómo se llevarán a cabo estos controles? La Comunidad detalla que estos locales deberán disponer de un «mostrador» que haga las veces de «servicio previo de control de acceso y registro de admisión». Si bien es cierto que, según la legislación vigente, los salones ya debían realizar este control sobre menores, personas inapacitadas legalmente o enfermos de ludopatía, el Gobierno regional señala que no contaban con un punto específico para poder hacer las comprobaciones de forma fehaciente.

No serán los únicos cambios. La nueva normativa prohibirá los rótulos que contengan «expresiones o términos que eludan a otro tipo de establecimientos de juego o a modalidades» que no se pueden realizar en estos locales. Además, la Ley del Juego de la Comunidad se adaptará para adaptarse a las leyes estatales de publicidad.

El Gobierno regional no prevé regular la presencia de estos locales. En la Comunidad de Madrid hay alrededor de 380 salones de juego y unos 190 de apuestas. Unos 5,92 por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media nacional (6,73). Además, en 2017 se incoaron 389 expedientes sancionadores y se resolvieron 193, de los cuales 22 eran infracciones relacionadas con menores.

En los últimos meses, asociaciones de vecinos de barrios como Carabanchel y Usera, así como de otros municipios –Majadahonda, Pozuelo, etc– han protestado por la proliferación de estos salones. En los últimos cuatro años, han aumentado un 250%. Y según algunos de estos colectivos, en barrios humildes y de clase trabajadora. Así, han denunciado casos de jóvenes de 18 años endeudados con hasta 60.000 euros; el hecho de que haya locales que se encuentren en los bajos de un colegio –así ocurre en la calle Quintana– o, incluso, casos de salones frente a asociaciones de afectados por la ludopatía –Leganés–. Problemas que, en opinión, del grupo regional de Podemos, no se resolverán con la nueva normativa, según señala el diputado Emilio Delgado.