Samur

El conductor que atropelló mortalmente a un niño de tres años en Madrid no tenía carné

El niño estaba en la puerta del establecimiento cuando el vehículo conducido por un varón de 18 años, que resultó ileso, impactó por causas que se investigan contra la puerta del establecimiento.

Las asistencias del Samur Protección Civil desplazadas al lugar diagnosticaron al niño parada cardiorrespiratoria y traumatismo severo con pérdida de masa encefálica, confirmando el fallecimiento del menor en el mismo lugar del suceso.
Las asistencias del Samur Protección Civil desplazadas al lugar diagnosticaron al niño parada cardiorrespiratoria y traumatismo severo con pérdida de masa encefálica, confirmando el fallecimiento del menor en el mismo lugar del suceso.larazon

El dueño del vehículo prestó a un amigo el coche para que lo aparcara. Se empotró contra la cristalera de una tienda de alimentación de Usera.

Un niño de tan sólo tres años murió el pasado domingo arrollado por un vehículo que se empotró contra el cristal de Long, el establecimiento regentado por su familia en la calle de la Mezquita 33, en el distrito de Usera. Todo sucedió alrededor de las 23:45 horas de la noche. El menor se encontraba en la tienda, junto a sus padres y su hermana de 11 años, todos de nacionalidad china, cuando un vehículo conducido por un joven de 18 años, llamado Aarón, echó marcha atrás y destrozó el cristal llegando a introducir la parte trasera del vehículo en el interior del comercio. Por desgracia, el pequeño estaba situado justo junto a la luna del escaparate y fue arrollado por el coche causándole la muerte.

Agentes de la Policía Municipal y la Policía Nacional se encargaron de detener en el mismo lugar de los hechos a Aarón, el conductor del vehículo, y a otro joven de 21 años de nombre Armando, según informaron ayer vecinos del barrio. Tras las primeras pesquisas de la Policía, se averiguó que Aarón –que dio negativo en los controles por droga y alcohol– no tiene carné de conducir y que el dueño del vehículo iba de copiloto. De hecho, según la Policía, en sus primeras declaraciones los jovenes alegaron que Armando le había dejado el coche al adolescente sólo para que lo aparcara, pero éste dio marcha atrás mientras aceleraba y acabó subiéndose a la acera e impactando contra el comercio.

El conductor fue puesto a disposición judicial ayer y fue acusado por un delito de homicidio imprudente y de otro contra la seguridad vial. Al dueño del vehículo se le impusieron los mismos cargos pero quedó en libertad ayer alrededor de las 14:00 horas de la tarde, informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Doce horas después de lo sucedido los vecinos de Usera no tenían muy claro que esto pueda tratarse de un accidente. «Llevan aquí cerca de diez años y durante todo este tiempo les han pegado y robado en varias ocasiones», dice un ciudadano que los conocía bien y que además asegura que «son buenas personas y que solo vienen a trabajar, sin meterse con nadie». No es el único que lo piensa en el barrio. Ayer por la tarde decenas de vecinos y compatriotas de la familia realizaron un altar improvisado a las puertas de la tienda para darle el último adiós al pequeño. No obstante, entre ramos de flores y velas encendidas se podían apreciar varios carteles que rezaban frases como: «Esto no ha sido un accidente de tráfico, ha sido un asesinato».

Y es que parece que los robos y las agresiones en este barrio están a la orden del día. Aprovechando los minutos de confusión tras el incidente, según contaron varios vecinos, un grupo de sudamericanos entro en la tienda e intentó llevarse la caja registradora sin éxito porque varios vecinos les empezaron a increpar.

El resto de la familia continúa recuperándose tanto física como psicológicamente ya que en el atropello también resultó herido el padre del menor, por posible traumatismo abdominal; la hermana, atendida por cortes por cristales en los brazos y la espalda; y un amigo de la familia por una brecha en la cabeza.