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Una plaga de chinches obliga a cerrar el Cine Doré
La Filmoteca clausura su sala principal tras detectar ejemplares de la especie tropical de este insecto
Ayer estaba prevista la proyección de «La Escopeta Nacional» pero lo único que disparó ayer en Lavapiés fueron las «pistolas» que tratan de librar a uno de los primeros salones cinematográficos de Madrid de una plaga de chinches. El Cine Doré, en pleno corazón de Lavapiés, mantiene cerrada su sala principal –la sala 1– hasta que concluyan los trabajos de desinfección para acabar con la plaga que provocó la clausura total del emblemático edificio (de 1923) desde el 2 de septiembre hasta el martes pasado. A finales de agosto varios espectadores habituales de la Filmoteca Española alertaron a su dirección: habían recibido picaduras de un insecto mientras disfrutaban de una película, denunció una de ellas el pasado martes en Onda Cero. Apenas unos días después su gerente ordenaba el cierre preventivo de la sala mientras estudiaba uno por uno los casos de los afectados.
Al parecer, los insectos que han tomado el Cine Doré no son una plaga de chinches cualquiera. Se trata de una variante tropical de la especie más agresiva –pero que en apariencia son muy parecidas a las más frecuentes chinches de cama– y que cuesta más erradicar con los métodos que tradicionalmente se emplean para acabar con estos bichos. Fue en julio, explicaron fuentes de la Filmoteca, cuando alguno de los asistentes a las salas de este cine pudo introducir las chinches desde su propia indumentaria y desde entonces las larvas de apenas 5 milímetros se han hecho dueñas de las butacas tapizadas en tela de la sala principal, explicó el gerente de la Filmoteca, Antonio Santamarina.
Con las chinches bajo control en la sala 1, aún ayer varias personas decidieron acercarse al Cine Doré para disfrutar de una película. Muchos de ellos ya sabían que el proyector principal no estaba en servicio. La sala 1 no estaba abierta al público y varios carteles informativos indicaban esta circunstancia, pero la mayoría de los espectadores desconocían la presencia de las chiches. Éste era el caso de María José, Raúl y Mercedes un grupo de amigos que mostró su sorpresa al enterarse de la noticia: «No tenía ni idea de que estaba cerrada, por eso, aunque me suena que no es la primera vez que ocurre», comentó Mercedes. Ante la pregunta de que si esta plaga puede suponer un impedimento para que acudan al cine en los próximos días lo tienen claro: «No, hombre, con la fumigación será suficiente, no vamos a dejar de venir por eso», comentaron. Josep, otro de los espectadores que acudió ayer a las salas del Doré, era uno de los pocos que conocía la noticia. «Si algo he oído mientras nos tomábamos algo en la cafetería, supongo que son cosas que pasan, aquí viene mucha gente», indicó. Ninguna de las personas que allí se encontraban habían notado ninguna diferencia en el funcionamiento de los cines «no he notado nada raro, todo está como siempre si no fuese por los carteles», añadió finalmente Josep.
El del Cine Doré no es el primer caso de chinches que se registra en Lavapiés este año. El pasado febrero la plataforma de vecinos del barrio alertaba de la presencia de estos bichos en once edificios de la zona. En este caso, explicaron, la plaga arrastraba desde el verano anterior, cuando surgió de entre la basura acumulada en varios pisos okupados del barrio. Entonces los afectados tuvieron que fumigar sus viviendas para acabar con el insecto. En el caso de la Filmoteca, aún tendrán que pasar unos días hasta que vuelva la normalidad. Al menos hasta el lunes no se terminarán los trabajos de desinsectación.
Ratones en la Plaza de Tirso de Molina
Las jardineras y la fuente que decoran la plaza de Tirso de Molina se han convertido también en el hogar de otra plaga. Cientos de ratones de muy pequeño tamaño campan a sus anchas por los parterres de esta plaza alimentándose de los restos de comida que los habituales de la misma suelen dejar entre las plantas de estas zonas en lugar de depositarlos en los cubos de basura. Las madrigueras de los roedores son visibles a simple vista para cualquiera que se acerque por este lugar, aunque los ratones sólo suelen salir de ellas durante la noche. Además de restos de basura, las ratas también están devorando las flores de algunos de los puestos de la plaza y campan a sus anchas en la zona infantil existente. Comerciantes y vecinos denuncian la situación de insalubridad que supone esta plaga.
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