Comunidad de Madrid

Verano de alto riesgo

La plantilla antiincendios se refuerza con 241 efectivos. El Gobierno regional cuenta este año con más profesionales y una flota de 513 medios terrestres

Los Bomberos del Parque de Navacerrada, como sus compañeros, permanecen en constante vigilancia forestal
Los Bomberos del Parque de Navacerrada, como sus compañeros, permanecen en constante vigilancia forestallarazon

El invierno tan húmedo de este año, unido a las altas temperaturas de las últimas semanas, mantiene en alerta máxima a los Bomberos de la Comunidad

Los encargados de vigilar los montes madrileños no les quitan estos días el ojo de encima: hay alerta máxima de incendios. El húmedo invierno que hemos tenido ha provocado que se fabrique el mejor combustible para el fuego: hierbas y rastrojos, que las altas temperaturas han secado y cuyo consumo, una vez iniciada la combustión, hace que la llama evolucione más rápidamente. Las dos olas de calor que han bañado la capital este verano han provocado una situación de riesgo extremo. «Para determinar el nivel de riesgo del incendio, se hacen una serie de parámetros entre los que destacan la temperatura, la humedad del combustible y la hora del día», explica Carlos Novillo Piris, director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid, que está a los mandos del Infoma (Plan de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales de Madrid).

Aunque la tensión de este año sea mayor –el periodo de alto riesgo va del 15 de junio hasta el 30 de septiembre–, las cifras relajan. La campaña de este año cuenta con 2.641 efectivos (241 más que el año pasado) entre bomberos y brigadas forestales, personal de maquinaria pesada y de medios aéreos, agentes forestales y personal de ayuntamientos colaboradores, además de torres de vigilancia, una flota de 513 vehículos y 10 recursos aéreos. Estos profesionales, que luchan cada año por apagar llamas de descuidados (la mayoría de los incendios en la región no son intencionados sino por imprudencia), ya han tenido que salir varias veces a sofocar llamas. Los incendios más relevantes han sido los de Colemenar Viejo el pasado 15 de julio; Rivas Vaciamadrid justo dos semanas después y los desatados en Campo Real y Villanueva de la Cañada esta semana. Todos han sido controlados en apenas unas horas.

Respuesta inmediata

Estos días se despliegan en toda la región no sólo medios terrestres y puntos de vigilancia, sino también medios aéreos para una solución inmediata en caso de incendio forestal. «Tenemos los medios preparados para actuar de inmediato. Una de las características de este plan Infoma es la pronta respuesta con la activación de los medios aéreos en la primera alarma, es decir, antes incluso de una segunda confirmación. Cuando una torre de vigilancia ve una torre de humo los medios aéreos se activan y, por tanto, estamos reduciendo los grandes incendios a pequeños conatos de menos de una hectárea. Es un éxito de esta campaña», asegura el director general.

Eso sí, los bomberos reconocen que no actúan solos. A la hora de responder a una emergencia por fuego se necesita el trabajo conjunto de la Guardia Civil, policías locales, guardias forestales, bomberos, voluntarios de Protección Civil, servicios sanitarios y los ayuntamientos de los términos municipales de mayor riesgo.

Aunque durante estas semanas aumenta la vigilancia hay un trabajo previo durante el resto del año para limpiar el monte. La Unidad de Prevención y Retención y los agentes forestales son los encargados de hacer el desbroce oportuno para que los incendios queden acotados en pequeñas zonas, es decir. Para ello, además de limpiar y crear costafuegos, crean puntos de toma de agua para los equipos de extinción. «Más del 90% de las causas de los incendios son actuaciones negligentes o intencionadas, es decir, la mano del hombre tiene mucho que ver», afirmó Novillo, que pide a la sociedad una especial colaboración para proteger el medio ambiente. No sólo está prohibido hacer fuego y barbacoas, sino que deberíamos llamar al 112 si vemos alguna conducta sospechosa de producir un incendio. Pero, además de eso, queda un 10 por ciento del origen del fuego que es por causas naturales. Una tormenta eléctrica provocó, hasta ahora, el incendio más importante del verano que fue el acontecido el pasado 15 de julio en el Cerro de San Pedro, en Colmenar Viejo, donde cinco rayos prendieron en distintos puntos y hasta el que se desplazaron 20 unidades terrestres y seis recursos aéreos. «Aunque es el más grande, no se considera “gran incendio” ya que no llegó a las 100 hectáreas» confirmó Daniel de la Fuente, especialista del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad.

El año pasado, 362 incendios fueron intervenidos en un total de 363 hectáreas de terreno forestal de las que 362,21 hectáreas fueron de terreno forestal no arbolado y el resto, 0,79 hectáreas, fueron de terreno arbolado. El 81,77 por ciento de esos incendios fueron controlados por lo que se les considera conato.

Este verano, según el consejero de Presidencia y Justicia, Ángel Garrido, donde está la Dirección General de Protección Ciudadana y Seguridad, «a pesar de las altas temperaturas va incluso mejor que el verano anterior». Garrido, que destacó que los agentes llevan sofocados 252 incendios, quiso hacer un llamamiento importante a los madrileños «para que se conciencien de prevenir cuando vayan a la sierra y no tiren colillas ni vidrios y no hagan fuego».

Ecureuil B3, el «exterminador» de llamas

El bombardero Ecureuil B3 es la «joya de la corona» para acabar con el fuego. «Como bombardero trabaja con un Bambi de agua, que es la bolsa que lleva colgando y coge unos 3.000 litros de agua y lo que hacemos es que nos activan para una salida por un posible incendio y tenemos máximo 10 minutos para salir de aquí pero en aproximadamente cinco estamos ya en el aire y acudimos rápidamente al sitio en el que hay que trabajar», explica José Luis Cubeiro, piloto de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Este tipo de helicópteros coge el agua de los puntos más cercanos, que pueden ser desde pantanos, puntos de agua de ganaderos hasta piscinas municipales.