Viaje 3.500 millones de años atrás dentro de un museo

41 piezas fósiles cedidas por «la Caixa» al Museo Nacional de Ciencias Naturales

Este fin de semana es el momento de llevar a cabo ese plan que como «libélula vaga de una vaga ilusión» siempre revoloteó en su cabeza sin realizarse: visitar un museo, y no uno cualquiera, en concreto, el Museo Nacional de Ciencias Naturales. La razón es que desde hoy acoge piezas fósiles de gran valor y belleza, en concreto 41, cedidas por la Obra Social “la Caixa”. Así lo reconoció su director, Santiago Merino, durante la presentación de la exposición, ahora renovada, «Minerales, fósiles y evolución humana»: «ha supuesto un cambio total para la sala», a lo que apuntó la vocación del museo de transmitir el conocimiento científico a toda la sociedad, sin importar su estrato social.

Las piezas más llamativas son fósiles pertenecientes a un mamut lanudo, «Mammuthus primigenius», y un esqueleto de oso cavernario, que no es un antepasado directo de los osos actuales, de los que se diferencia por dentición y estructura del cráneo, así como por mantener una dieta más herbívora, el llamado «Ursus spelaeus», así como un ejemplar de su cría recién nacida. También cabe destacar los cuatro lienzos que permiten por efectos de iluminación dar la sensación de movimiento, dioramas, e incluyen representaciones hiperrealistas de cuatro especies de homínidos: «Australopithecus afarensis», «Homo habilis», «Homo erectus» y «Homo neanderthalensis», realizadas por la artista Elisabeth Daynès. Según reconoció el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, «serán las favoritas del público infantil». Él mismo manifestó su agradecimiento por la donación de una «cuidada selección del patrimonio paleontológico de la fundación “La Caixa”» y aclaró que el hecho ratificaba «el compromiso estrecho que poseen entre sí el consejo, el museo y la fundación». La ampliación supone una mejora no solo de los contenidos, sino también de la disposición y organización expositiva, pues «se han restaurado más de 30 vitrinas, se han añadido más textos en inglés y se han implantado luces led, para optimizar el aprovechamiento de energía».

Más discretos, pero de una valía no menos notoria, son los ejemplares de los indicios más antiguos de vida en la tierra. El «Estromatolito», una pieza venida de Bolivia, perteneciente al periodo final Precámbico, inscrito en la era protozoica, cuando aparecieron los primeros seres pluricelulares. Otro fósil de gran importancia es el «Confuciusornithiformes», originario de China, ejemplo de las primeras aves primitivas. En la misma línea, del periodo jurásico, cuando la tierra la dominaban los dinosaurios, aparece la «Ammonitida Arietitidae», característica por su superficie estriada en forma de espiral.

El director del Área de Investigación y Conocimiento de “la Caixa”, Jordi Portabella, declaró que «forma parte de nuestros objetivos cooperar con investigadores e instituciones científicas, corporaciones y entidades públicas y privadas para contribuir a la mejora y fortalecimiento de la investigación y su transmisión a la sociedad». Además, recalcó la necesidad que tiene España de invertir en conocimiento para que esto repercuta en una economía prometedora.