El cauce del río se convertirá en dinamizador de la ciudad

La revitalización de los 24 kilómetros del cauce del río que discurren por Murcia se inició ayer con la firma del convenio que suscribieron el alcalde de la ciudad, José Ballesta y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas.

El proyecto es una de las piezas angulares del nuevo modelo de ciudad del Gobierno local y generará una avenida verde y de ocio familiar en la ribera del Segura, con una especial atención al tramo urbano. Se ha previsto la creación de dos grandes parques en la entrada y salida del río en la ciudad, itinerarios turísticos de interés paisajístico y cultural, un carril bici que unirá Beniel con La Contraportada, así como zonas de paisaje tradicional de la Huerta murciana. El cauce contará también con un Centro de Interpretación Medioambiental, con diferentes zonas de ocio y otros espacios destinados a deporte y actividades culturales.

El acuerdo suscrito entre ambas instituciones propiciará una mayor agilidad y eficiencia administrativa en las intervenciones del Plan de Acción de la Huerta, del que forma parte el proyecto Murcia Río, según señaló Ballesta, quien añadió que el objetivo final es potenciar el mencionado espacio, rural y urbano, «desde los ámbitos paisajístico, patrimonial, ecológico, productivo, turístico y cultural, para situar al río Segura como el principal elemento vertebrador del territorio de la Huerta de Murcia». Se ha previsto la recuperación, tanto del río como de sus motas, márgenes y de los antiguos meandros.

Con la firma del acuerdo, el Ayuntamiento se compromete a redactar los documentos necesarios para la ejecución de los trabajos y a convocar los concursos de ideas y la CHS a realizar aquellas actuaciones que afecten al dominio hidráulico y la cesión a la corporación municipal del sistema de recirculación de caudales que consiste en un bombeo de aguas por abajo del casco urbano y un tubería de más de once kilómetros, cuya puesta en funcionamiento permitirá que la ciudad pueda disponer de una lámina de agua extra en caso de descenso en el caudal o mejorar la capacidad del cauce urbano para la celebración de competiciones deportivas, sin que suponga una disminución de los recursos hídricos de la cuenca del Segura.