Región de Murcia
El Gobierno activa la alarma nacional en busca de 26 inmigrantes fugados del CIE
El Sindicato Unificado de Policía exige el cierre del centro por la falta de seguridad de los agentes
El Sindicato Unificado de Policía exige el cierre del centro por la falta de seguridad de los agentes
Daban las nueve de la noche del miércoles cuando un motín en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera vivía uno de los momentos más violentos que se recuerden en el centro. Tras la huida de 67 inmigrantes, en su mayoría de origen argelino, el delegado del Gobierno en la Región, Antonio Sánchez-Solís, comunicó ayer que ya se había logrado detener a 41 de los fugados, activando de este modo la alarma nacional para localizar al resto de los internos en las comunidades limítrofes de la Región.
Los hechos se iniciaron cuando la plantilla de cinco agentes de la Policía Nacional, trabajadores del CIE, acudieron a auxiliar a uno de los inmigrantes, el cual fingió un ataque al corazón. Fue entonces cuando, ante la buena intención de los guardias, varios extranjeros se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a golpearles. «Estaba la plantilla encargada de la custodia al completo, que además cuenta con la formación adecuada».
Los internos atacaron a los cinco agentes con extintores y cuchillos que obtuvieron porque consiguieron entrar a la cocina del centro. Los policías, pese a presentar diversas policontusiones, ninguno tuvo que ser ingresado en estado grave.
Según anunció Sánchez-Solís, los técnicos de la Dirección General de la Policía dependiente del Ministerio del Interior se desplazaron a Murcia con la finalidad de evaluar los sistemas de seguridad «por si fuera preciso hacer alguna modificación o adaptación».
Una medida adoptada al barajar la hipótesis de que alguno de los internos hubiera pasado anteriormente por el centro y conociese los puntos débiles de seguridad del CIE. Además, recordó que recientemente se encontraron barras fabricadas por los propios internos con las varillas de los ventiladores tras una inspección periódica por parte de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional (UPR).
El delegado del Gobierno reconoció que la fuga de este centro no es un caso aislado, ya que el pasado mes de agosto se produjo otra huida, cuyos desperfectos ya habían sido reparados.
La razón del amotinamiento y comportamiento de los internos pudo deberse a que se conociera la pronta repatriación a Argelia de muchos de ellos. Sanchez-Solís recordó que el CIE funciona como un centro de «simple internamiento mientras dura la tramitación del expediente de expulsión con el consulado general correspondiente, que ronda los 20 días».
Falta de seguridad
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) exigió el cierre «inmediato» del CIE de Sangonera hasta que se solucionen «absolutamente todas las carencias que presenta en materia de seguridad para los internos y los propios compañeros».
En este sentido, el sindicato se preguntó «qué desgracia es la que tiene que suceder» para que la Delegación del Gobierno y la Jefatura Superior de Policía asuma que las instalaciones del CIE «no pueden permanecer abiertas».
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