La Región impulsa un proyecto pionero que atenderá a víctimas de violencia sexual

Bajo el eslogan «Sin un sí, NO», el Gobierno busca alentar a las agredidas a denunciar

Un equipo especializado compuesto por profesionales de varios ámbitos formará un proyecto pionero en la Región cuyo objetivo será el de prevenir y atender de forma integral a mujeres víctimas de abusos y agresiones sexuales. Así lo informó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, antes de participar en la entrega a los jóvenes en la Biblioteca Regional del material que se ha editado dentro de la campaña de sensibilización incluida en el proyecto.

«El equipo multidisciplinar que atienda a cada una de las víctimas estará compuesto por profesionales de las áreas de psicología, educación social, asesoría jurídica y trabajo social, y realizará una labor de información y atención integral a las mujeres víctimas de violencia sexual».

De esta forma, realizarán una valoración inicial del caso, así como la intervención precisa y un seguimiento continuado del estado de las mujeres, en coordinación con otros recursos que participan en el proceso de atención a las víctimas. Después, se les asistirá de forma psicológica, social y jurídica.

El proyecto, según la consejera, incluye acciones de sensibilización en el área educativa y población en general. «Está previsto llevar a cabo un programa de prevención de agresiones sexuales en los centros educativos, que permita difundir tanto los nuevos servicios, como los recursos ya existentes entre la población juvenil y adolescente».

El proyecto se llevará a cabo a través de la concesión directa de una subvención por un importe de 99.765 euros.

Para Tomás, la violencia sexual «es una de las manifestaciones más graves de agresión contra las mujeres. Todos tenemos la responsabilidad de educar en el respeto a la integridad de las personas y en hacer valer su voluntad manifiesta».

Bajo el eslogan, «Sin un sí, NO», se pretende alentar a la víctima a que denuncie cualquier acto con indicio sexual que se cometa sin su consentimiento, «y que puede consistir, por ejemplo, en un simple tocamiento».

Para la campaña se ha utilizado un maniquí como icono principal, que representa dos aspectos: «por un lado, el abusador que ve a la persona como un objeto y, por otro, la víctima, que no habla».

De esta forma, lo que la consejera puso de relieve es la necesidad de transmitir a las mujeres el poder de decisión de cada una de ellas, de que transmitan su voluntad de consentir a la vez que se invita a romper el silencio a las mujeres que han sufrido una agresiones sexuales.

Entre algunas de las recomendaciones para las víctimas se encuentra el de no cambiarse de ropa ni lavarse, y acudir a los hospitales y comisarías más próximas tras el ataque.