Los apicultores alertan del descenso de producción de miel en la Región

El exceso de fumigaciones en los cítricos, especialmente en las zonas de Cartagena y el limonar de Santomera, ha provocado un extraordinario descenso este año de la cosecha de miel de azahar que se estima en un 60 por ciento, según la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia. En cuanto a las instalaciones afectadas, la cifra se eleva hasta el 90 por ciento en aquellas situadas en lugares con cultivos de citricos. Coag advierte de que «de seguir así en los próximos años los apicultores no pondrán sus explotaciones en la Región» y pide a la Consejería de Agricultura que «tome cartas en el asunto», dado que de continuar esta tendencia, afirman, en los próximos años no se obtendrá miel de azahar en la Región.

Hay que señalar que en la actualidad Murcia es la quinta provincia con mayor producción de miel de España, con 413 explotaciones activas y 93.307 colmenas que dieron el año pasado746 toneladas de miel y 26.000 kilos de cera.

Carlos Zafra, portavoz de los apicultores, AARM-Coag, señaló que 2016 ha sido un año «catastrófico» para el profesional en la Región porque la cosecha de azahar se ha visto amenazada, más que nunca, con la muerte de abejas por intoxicación de tratamientos fitosanitarios en cítricos y otros frutales. El índice de muertes ha sido tan alto que muchos apicultores tuvieron que retirar las colmenas antes de que las abejas llevaran la miel por peligro de que acabaran con ellas.

Las plagas

Las fumigaciones abusivas, se deben, según Zafra, al alto valor de los cítricos este año y por el mosquito «prays» que obliga a los agricultores a fumigar más que antes y con productos más tóxicos para las abejas, pero efectivos contra las plagas y más baratos que otros. A ello se suma el aumento del cultivo del mandarino sin hueso para el que es necesario evitar su polinización, «por lo que los agricultores fumigan para acabar con cualquier bicho viviente». Por ello, solicitan que la Consejería tome las medidas necesarias y «obligue» a los agricultores a cumplir «a rajatabla» un mínimo de recomendaciones para evitar la muerte masivas de abejas.