Murcia recibe a los Reyes Magos en «la noche de la ilusión»

Un dispositivo especial de seguridad blindó todo el recorrido por las calles de la capital del Segura con cerca de un centenar de agentes y una veintena de bomberos y voluntarios

La ilusión, el asombro, la impaciencia y la magia inundaron ayer las calles de la capital del Segura por el paso de la las carrozas de los Reyes Magos de Oriente, que repartieron caramelos entre los niños -y no tan niños- de la ciudad.

Un espectáculo de agua, luz y efectos especiales iluminaron el Río Segura como antesala de la llegada de Sus Majestades reales, que dieron unos consejos para descansar en la «noche de la ilusión».

La cabalgata fue multitudinaria, con un volumen de asistencia próximo al de otros grandes eventos de Murcia como el desfile del Bando de la Huerta o el Entierro de la Sardina. De hecho, las 13.000 localidades ofertadas para presenciar la llegada de los Reyes Magos quedaron agotadas.

Además, para garantizar la seguridad de los murcianos, la ciudad se blindó con el despliegue de un dispositivo policial especial compuesto por cerca de un centenar de agentes, así como 20 bomberos y 25 voluntarios, que protegieron cada rincón por el que pasaron los carruajes y cerraron el tráfico rodado por la ciudad de camiones desde las tres de la tarde.

Sin duda, también destacó la presencia de 1.800 participantes, trece grupos de baile, siete comparsas y cinco bandas de música que amenizaron durante toda la tarde el paso de los Reyes, y que coreografiaron espectáculos de diferentes regiones para todos los públicos.

Presentación oficial

La magia del día de Reyes llegó igualmente por la mañana, cuando en el balcón del Consistorio el alcalde, José Ballesta, dio la bienvenida oficial a los Magos con peculiares vítores que animaron a un público entusiasmado. «Que salga Melchor, el más mayor de todos, algo cascarrabias, pero con un corazón grandísimo. Ahora hay que llamar a Gaspar, el más sabio de los tres, que es astrónomo y conoce las constelaciones y las estrellas. Por último, vamos a llamar a Baltasar, el más joven y desobediente, pero lleno de alegría y simpatía».

Por parte de los Reyes, el encargado de decir unas palabras fue Melchor, quien recordó a los niños que debían «ir a dormir pronto, después de ver la Cabalgata», y aseguró que les traerían todo lo que habían pedido porque visitarían «todos los hogares murcianos».

Para ello, recordaron colocar los zapatos en la puerta o en la ventana de sus hogares, dejar dulces y agua para los camellos, y dormir toda la noche para despertar hoy con todos los regalos deseados.

Lo más destacado del evento fue que, por primera vez, la estrella que guió a los Reyes Magos hacia el Portal de Belén hace más de 2.000 años, sobrevoló La Glorieta hasta la fachada del Ayuntamiento, con un innovador espectáculo que asombró a todos los niños presentes.