Sevilla

Aplazan a noviembre el juicio contra diez antifascistas por incidentes en manifestación estudiantil

La jueza toma esta decisión tras no acudir al juicio previsto para este lunes uno de los acusados

La Razón
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La jueza toma esta decisión tras no acudir al juicio previsto para este lunes uno de los acusados

La juez de lo Penal número 3 de Sevilla ha aplazado al día 24 de noviembre el juicio contra los diez acusados en relación a los incidentes ocurridos el 26 de octubre de 2013 en las calles del centro de la capital hispalense al coincidir una protesta de la organización ‘Coordinadora antifascista’ con una manifestación de la plataforma ‘Respuesta estudiantil’.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que la juez ha decidido aplazar al próximo 24 de noviembre el juicio previsto inicialmente para este lunes debido a que uno de los procesados no ha acudido a la vista oral que se iba a desarrollar en el edificio Noga, donde habían acudido varias patrullas de la Policía Nacional ante la posibilidad de que se pudieran producir incidentes.

La Fiscalía de Sevilla atribuye a los diez acusados, entre los que se encuentra una de las líderes de la Corrala ‘Utopía’, un delito de desórdenes públicos, mientras que a uno de los imputados, identificado como Carlos G.G., le imputa también un delito de atentado y una falta de lesiones.

De este modo, el Ministerio Público ha solicitado para todos los acusados el pago de una multa de 720 euros por un delito de desórdenes públicos, mientras que para uno de los imputados también solicita un año y medio de cárcel por un delito de atentado y el pago de 360 euros por una falta de lesiones.

En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, considera que los hechos tuvieron lugar la tarde del 26 de octubre de 2013, cuando se celebró en el centro de Sevilla una manifestación organizada por la asociación ‘Respuesta Estudiantil’, “ligada a grupos de extrema derecha”.

Grupos de ideología contraria, en concreto la ‘Coordinadora antifascista de Sevilla’ y la ‘Unidad contra el fascismo y el racismo’, tuvieron conocimiento de tal concentración, por lo que, “con la finalidad de boicotear la misma y tratar de impedir el normal desarrollo de la manifestación autorizada, planificaron una contramanifestación el mismo día por igual zona y sin autorización” de la Subdelegación del Gobierno.

Tras reseñar que los acusados formaban parte de esta “contramanifestación’, la Fiscalía relata que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tuvieron conocimiento de lo anterior y, a fin de “evitar altercados”, establecieron un dispositivo policial “que intentó en todo momento que los contramanifestantes no alcanzaran a los integrantes de ‘Respuesta estudiantil’”.

En un momento dado, y mientras la manifestación discurría por Puerta de Jerez en dirección hacia la avenida de la Constitución, los grupos antifascistas “corrieron” por las calles aledañas “con el fin de dar alcance” al colectivo de extrema derecha, siendo necesario que los agentes “se emplearan con contundencia para evitar tal encuentro”, según el escrito.

Los acusados respondieron a los agentes con el lanzamiento de todo tipo de objetos, y uno de ellos incluso lanzó una piedra a uno de los policías, por lo que fue detenido, no sin que el imputado “se resistiera intensamente”, llegando a acometer contra uno de los policías, que sufrió policontusiones.

“Persistiendo en su propósito y con la finalidad de que la manifestación no terminara su recorrido”, el grupo contrario procedió a formar una cadena humana en mitad de la avenida de la Constitución”, dice la Fiscalía, que añade que, entre las personas “que formaban parte de la primera línea de bloqueo”, se encontraban hasta ocho de los imputados.

De este modo, y “pese a los reiterados requerimientos por parte de los agentes para que depusieran su actitud”, los acusados “persistieron en su intención de interrumpir el discurrir de la marcha, desafiando el cordón policial al tiempo que alentaban al resto del grupo para que se mantuvieran franqueando a los funcionarios al grito de ‘no pasarán, nazis, no, Sevilla será la tumba del fascismo’ y otras proclamas similares”.

Esto determinó que se produjera una carga policial “para garantizar la dispersión, produciéndose huidas y persecuciones por las calles contiguas”, pone de manifiesto el fiscal, que asevera que, “lejos de deponer su comportamiento, la contramanifestación se reagrupó, volviendo a intentar alcanzar a ‘Respuesta estudiantil’, quienes con gran dificultad finalizaron su recorrido necesitando de constante protección por un ingente número de policías que les servían de parapeto frente a los lanzamientos de objetos por parte del grupo de los inculpados”.

Según el Ministerio Público, “fue tal la tensión generada por estos hechos que los comerciantes de la zona cerraron sus negocios a medida que avanzaba la concentración”, no obstante lo cual “no se pudieron evitar la rotura de escaparates y desperfectos en el mobiliario de los veladores de los bares aledaños”, sin que conste que los perjudicados hayan denunciado ni reclamado por ello.