Huelgas

El comité de Lipasam busca forzar el «sí» a un acuerdo favorable por segunda vez

La plantilla, citada hoy, votó en contra. El Ayuntamiento cede en las 37,5 horas semanales

Zoido presidiendo la reunión diaria de seguimiento de la huelga.
Zoido presidiendo la reunión diaria de seguimiento de la huelga.larazon

Tenían en las manos un preacuerdo «interesante», según lo había calificado el propio comité de empresa. Era más que eso: un ofrecimiento del Ayuntamiento que satisfacía a ambas partes.

Tenían en las manos un preacuerdo «interesante», según lo había calificado el propio comité de empresa. Era más que eso: un ofrecimiento del Ayuntamiento que satisfacía a ambas partes. Los trabajadores contuvieron su satisfacción por encontrarse ante el mejor de los escenarios posibles, sobre todo teniendo en cuenta que el resto de la plantilla municipal ha «tragado» con el recorte salarial del 5 por ciento. A ellos, el Ayuntamiento les ofreció un 3,6 directo –el resto se compensaría a través de los complementos que perciben– y poner la bolsa de trabajo a cero. Esos dos puntos son los que provocaron el «no» rotundo de la asamblea celebrada por la mañana, poco después de concluir la reunión en Lipasam entre el comité de huelga y la dirección de la empresa. Cuando todos, incluido el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, daban por hecho el cese del paro, los gritos de «huelga, huelga» rompieron la negociación.

Maximiliano Vílchez, sorprendido por un rechazo que «desautoriza» al comité, fue tajante: «No tenemos interlocutor». Tras preguntarse «¿con quién tenemos que negociar?», aclaró que las concesiones tenían fecha de caducidad. A partir de ahora, todo lo que propongan será más lesivo para la plantilla.

Eso es precisamente lo que los representantes de los trabajadores decidieron en una reunión del comité de empresa, convocada con urgencia a primera hora de la tarde para replantear la propuesta con «aclaraciones». Habían logrado la ampliación de las 37,5 horas semanalmente –no acumulándose en nuevas jornadas, lo que garantiza la contratación de eventuales–, más una subida de sueldo del 0,75% el próximo año frente a la congelación del resto de empleados públicos. Lejos del 2,5% que barajaba el comité de empresa, pero con la posibilidad de actualizarlo al IPC en 2015.

El rechazo a la oferta, dejaría a los 1.500 empleados de Lipasam en una situación insostenible ante la ciudadanía, que ve indignada cómo sus intereses particulares perjudican a toda una ciudad. Porque después de diez días con servicios mínimos y cien mil euros en daños tasados, la sensación de insalubridad crece a la par que las montañas de basura que sepultan los contenedores. El hedor de las 6.700 toneladas de acumuladas, especialmente en algunas zonas, donde los residuos incluso taponan ventanas de viviendas, resulta insoportable.

Pese a todo, el Gobierno local confirmó que el acuerdo «sigue encima de la mesa». Y la plantilla está llamada esta misma mañana a una segunda asamblea para volver a votar. Realizadas ya todas las «aclaraciones» posibles, la salida parece estar bien señalizada para que el de hoy, el décimo primer día de huelga de recogida de basura, sea el último. El Ayuntamiento, por si acaso, avisó de que han solicitado «los informes correspondientes para que el Ministerio nos autorice a que otra empresa venga a sacar la basura de las calles, porque la situación es muy grave».