Religion
«Hay otros cristos que yacen en las cunetas de nuestra vida social»
Juan José Asenjo. Arzobispo de Sevilla: «El Vía Crucis de la Fe hay que vivirlo con piedad; no es un espectáculo turístico»
La renuncia del Papa Benedicto XVI, la organización del Vía Crucis de la Fe, la inminencia de la Semana Santa... Al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, se le acumula el trabajo en cuaresma.
-La renuncia del Papa Benedicto XVI, la organización del Vía Crucis de la Fe, la inminencia de la Semana Santa... Al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, se le acumula el trabajo en cuaresma. El prelado glosa la figura del pontífice dimisionario y explica la gestación de un acto, el del domingo, sin precedentes en la ciudad.
–La crisis sigue afectando a muchas familias y Benedicto XVI dice que no tiene fuerzas para seguir con su misión. ¿Corren tiempos difíciles para la Iglesia?
–La Iglesia siempre ha superado las dificultades, el acoso e incluso la persecución. Estamos en unos tiempos recios, como diría Santa Teresa, pero no peores que otras épocas de la historia.
–La ayuda espiritual se hace ahora muy necesaria, pero más aún la material. ¿Hasta dónde pueden dar de sí las cáritas parroquiales?
–Estoy orgulloso del servicio que están prestando las instituciones de caridad de nuestra Iglesia: las cáritas diocesanas, parroquiales, las obras sociales de los religiosos, de las hermandades y de otras instituciones. Están haciendo un esfuerzo supremo para estar cerca de los pobres.
–¿Hay razones para la esperanza en una provincia en la que sigue subiendo el paro y los dramas familiares se acrecientan?
–La esperanza es lo último que se pierde. Ciertamente la situación en Andalucía es dramática, lo mismo que en Sevilla. Por ello, no debemos bajar la guardia en el servicio a los demás.
–El lunes el Papa hizo historia. ¿Cuáles han sido las luces y las sombras de su pontificado?
–Ha sido un Papa grande, teólogo, que ha puesto el acento, sobre todo, en la doctrina y nos ha brindado una biografía de Jesús espléndida, del Jesús histórico, auténtico, al que tenemos que seguir y no sólo como modelo ético. Un Papa que escribe como los ángeles. Su magisterio ha sido luminoso y magnífico, que ahí queda para la historia posterior en estos años duros. ¿Sombras? Ha sido un Papa menos mediático que Juan Pablo II, pero estoy seguro de que su huella no es menor. Hay personas que entienden su ministerio más «extra» y otras más «intra». Éste es el caso de Benedicto XVI.
–Ahora la Iglesia se enfrenta a la elección de un nuevo Papa. ¿Qué retos debe afrontar el nuevo pontífice?
–El reto de la secularización, sobre todo en los países de Occidente, donde es más necesaria que nunca la nueva evangelización, es decir, volver a anunciar a Jesucristo. En las últimas décadas han sido muchos los que han abandonado la Iglesia. Ha crecido el número de los no bautizados, como también los no practicantes. El mayor reto de la Iglesia es el de ser misionera, que no se quede en los templos, sino que salga a los descampados y que se manche con el barro.
–El próximo domingo se celebra el Vía Crucis de la Fe. ¿Cree que se ha acogido este acto con entusiasmo o ha percibido tibieza entre los sevillanos?
–No tengo criterio para afirmar una cosa o la otra. El Consejo Episcopal, a la hora de programar cómo íbamos a celebrar el Año de la Fe, diseñamos, aparte de las actividades ordinarias, algunos acontecimientos más relevantes. Las hermandades, con una presencia tan intensa y extensa, necesitaban también un acto público y visible. Pensamos en el Vía Crucis. Estoy seguro de que todo va a resultar muy bien. Va a ser una llamada a la conversión. Sevilla va a recordar este acontecimiento como un hito en la historia cristiana y cofrade.
–¿Cómo invita a vivir este acto?
–Con piedad y unción religiosa. No es un espectáculo turístico, al menos intencionalmente. Otra cosa es que como redundancia se beneficien los hoteles y restaurantes, cosa que nos parece muy bien. Me gustaría que después de contemplar los rostros hermosísimos de los cristos que van a participar –como el Señor del Gran Poder, el Cachorro, el Cristo de los Gitanos o Nuestro Padre Jesús de la Pasión– saliéramos corriendo a contemplar esos otros cristos que yacen en las cunetas de nuestra vida social para ponernos de rodillas y servirles.
–Los estudios sobre la iglesia de Santa Catalina avanzan y ya se ha anunciado una posible aportación de una entidad bancaria. ¿Cree más próxima la restauración integral?
–El Arzobispado ha sido espectador y sujeto zarandeado por unos y por otros. En estos momentos hemos tomado la iniciativa sobre Santa Catalina. Tengo la firme esperanza de que podamos abordar en un plazo no largo la restauración.
–¿Está dispuesto a abordar con la Junta su propuesta de abrir los templos que han recibido dinero público a otras actividades?
–Me parece bien y además está legislado. La Iglesia no tiene voluntad de eludir el cumplimiento de las leyes de ninguna manera, lo que pasa es que no siempre es posible.
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