Sevilla
La libertad horaria, nuevo motivo de confrontación política
Comerciantes del centro exigen la «urgente» puesta en marcha de la medida
Los comerciantes del centro ya están hartos de esperar. Desde que el pasado 30 de noviembre el Pleno municipal aprobara la liberalización de los horarios comerciales, la medida permanece encallada y envuelta en la confrontación política a causa de las limitaciones que propone la Junta de Andalucía. Como se recordará, los empresarios y el Ayuntamiento acordaron la iniciativa –que supone la traslación al ámbito local de un decreto del Gobierno central–, ajustándola a un espacio y a un periodo temporal concretos: en todo el casco histórico y desde noviembre hasta la finalización de la Feria de Abril. Posteriormente, la Dirección General de Comercio de la Junta la acotó al entorno de la Catedral y parte de Triana y sólo durante la Semana Santa y la Feria. De momento, ambas administraciones siguen sin ponerse de acuerdo para fijar un modelo definitivo.
El presidente de la asociación de comerciantes del centro, Enrique Arias, lamenta que «de una propuesta técnica» se haya generado un «problema político». En definitiva, un nuevo capítulo del permanente enfrentamiento que mantienen el Ayuntamiento y la Junta, de diferente color político y que está lastrando varias iniciativas vitales para el desarrollo de la ciudad. De hecho, ya está terminando el periodo de rebajas y los comercios de más de 300 metros cuadrados siguen sin poder abrir los domingos y festivos. «No entendemos qué intereses se están defendiendo, si los de los comerciantes, los clientes o no sé qué tipo de indicaciones políticas», lamenta Arias, quien insta a la Junta a «recapacitar por el bien del empleo», ya que una mayor flexibilidad horaria en los comercios «traería consigo la creación de más puestos de trabajo».
A su juicio, la propuesta de la Administración autonómica no cumple las expectativas del sector. Y es que deja fuera calles «tradicionales y muy importantes para el comercio sevillano», centrándose sólo en las zonas donde se ubican las multinacionales. Además, aplicarla sólo a la Semana Santa y la Feria supone un «grave error» porque «las ventas se realizan un mes antes de estas dos fiestas». «De hecho, durante la Semana Santa, la Policía corta las calles comerciales, por lo que apenas hay actividad», recuerda Arias.
El presidente de los comerciantes del centro insiste en que «no se están atendiendo las demandas del sector», puesto que «el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo de máximos y la Junta de mínimos» y teme que «al final se acabe por no poner en marcha nada». El principal aval de la propuesta originaria es el empleo. «A más días de apertura, más puestos de trabajo», sostiene Arias, aunque matiza que «es una medida voluntaria y no todos los comerciantes están obligados a abrir todos los días». Igualmente, se trata de una iniciativa enfocada al turismo, un segmento de compradores que cada vez tiene más fuerza en la ciudad. Arias pone como ejemplo los comercios que venden productos relacionados con el flamenco o las tiendas de cerámica. «Somos la potencia mundial del flamenco y tenemos una artesanía propia que podemos explotar mucho más comercialmente», subraya.
La actividad podría ser aún mayor porque la ciudad es visitada, fundamentalmente, por turistas nacionales. «Muchos se quedan en Sevilla hasta el domingo y luego cogen el AVE, y el último día siempre es el escogido para hacer las compras».
Por ello, Arias sugiere que, al menos, se aplique la medida de manera experimental y, «en función de los resultados», articular un modelo definitivo que sirva para revitalizar el comercio.
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