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El sector energético capta la innovación más puntera
El avance en la transición energética necesita emprendedores que apuesten por la innovación tecnológica. Es el momento de apoyarles y contribuir a que sus proyectos sean una realidad
Es el tiempo de las startups. Su estructura les permite un gran dinamismo para desarrollar las nuevas ideas que afloran y que ni una situación excepcional, como la crisis sanitaria, frena. La necesidad de redefinir el sector energético, que requiere de la innovación para afrontar los desafíos a los que se enfrenta, ha acelerado la natural agilidad de no pocos emprendedores que encuentran en éste el momento idóneo para empezar un proyecto.
Josep Cester, cofundador y director de Operaciones de Place to Plug, -empresa que ha desarrollado una aplicación para conductores de vehículo eléctrico y ofrece un centro de control para la gestión de puntos de recarga-, es uno de estos emprendedores que ha visto cómo la pandemia ha cambiado la visión general: «al principio se paralizó todo, incluso había miedo.
Pero, también es cierto que para el mundo del emprendimiento ha representado una oportunidad muy grande para afrontar los cambios de golpe. Antes ya estaba claro que había que cambiar, pero no se hacía. Ahora hay que rediseñar el sector y encontrar nuevas vías de negocio que sirvan para que esta industria sea sostenible».
La necesaria digitalización de la que todo el mundo habla se sustancia también en elentorno energético, en el que «se está abriendo un mundo nuevo en la digitalización de diferentes ámbitos, -afirma Román Cicero, cofundador y CEO de Digital Twins, una startup que desarrolla réplicas digitales de cualquier equipo o componente de una instalación-. Cada vez consumimos más energía y tenemos más aparatos y equipos. Por ello, la monitorización de los sistemas críticos, que es en lo que trabajamos nosotros, ha pasado de una rudimentaria a base de sensores, a una digitalizada. Y eso es solo un ejemplo», concluye.
Adelantarse a los tiempos y nuevas oportunidades de negociono siempre encuentra apoyo suficiente, por ejemplo, entre inversores, como bien sabe Josep Cester «intentar sacar un proyecto en un momento en el que nadie apuesta por ello y que es casi inexistente es dificilísimo y cuesta convencer de que en pocos años va a ser una realidad. Como es ahora, que la movilidad eléctrica forma una parte muy importante en el modelo energético».
La financiación para este tipo de empresas y proyectos es lo que más quebraderos de cabeza plantea. Así lo ha vivido Raúl Aragonés, responsable de negocio y uno de los fundadores de Aeinnova, que ha desarrollado una tecnología, basada en la termoeléctrica, para reciclar el calor de la industria, «nosotros somos del ámbito industrial. La Unión Europea sí apoya estos proyectos de energía, pero con los inversores privados no es fácil. Hay que tener un proyecto muy bien preparado y luchar cada día».
Esto lo ratifica Cicero por su propia experiencia: «para desarrollar nuevas ideas necesitas gente muy buena y con mucho talento. Recursos humanos y, obviamente, dinero. La mayoría de las alegrías, hay que reconocerlo, vienen vinculadas a cuando se consigue financiación».
Claro que también la posibilidad de probar sus productos es clave, como el mismo Román Cicero recuerda, porque «hay momentos en que se va por una línea y se ve que no se avanza. Pero hay que ser flexibles, darse permiso para equivocarse y pararse para pensar si las cosas se pueden hacer de otra forma. Para nosotros poder testar nuestras ideas en un ambiente real fue muy importante. Y esa oportunidad la tuvimos en las instalaciones apropiadas».
Precisamente, si algo recomiendan los tres a otros posibles emprendedores que se muevan en el ámbito de la innovación es «que se vayan al primer programa de emprendimiento que puedan, acercarse a organizaciones que tengan programas de acompañamiento. Haceralgo sencillo, un producto mínimo viable, que sea fácil de implementar y se pueda validar con un problema real». Están de acuerdo en que el apoyo económico es importante, pero, también, en que «lo es más el apoyo institucional, los mentores y la formación, son fundamentales».
Los tres saben de lo que hablan, porque vivieron la experiencia de pasar por el Fondo de Emprendores, el programa de aceleración de startups de Fundación Repsol.
Un programa al que optan startups que se mueven en el ámbito de la innovación tecnológica con proyectos para contribuir a la transición energética, con soluciones relacionadas, entre otros ámbitos, con tecnologías de bajas emisiones de carbono, la economía circular, la movilidad sostenible o la digitalización para la optimización y control de procesos de la industria energética.
Son diez las ediciones que lleva ya este programa de la Fundación Repsol, al que en alguna de ellas han optado más de 5.000 startups de dentro y fuera de España. Para Josep Cester «esto da una idea de la importancia que se le da a este tipo de programas. Y se presentan cada vez más ideas y más propuestas. Lo cual es bueno, porque cuántas más ideas mejor, seguro que aparece alguna nueva y buena, que a nadie se le había ocurrido, y que gracias a estos programas pueden salir adelante. La pandemia ha acelerado esto».
Fundación Repsol apoya el emprendimiento de base tecnológica y actúa como aceleradora para el desarrollo y salida al mercado de las startups innovadorasque selecciona. A lo largo de un año las empresas participantes reciben apoyo económico, hasta 120.000 euros, y el asesoramiento de expertos tecnólogos de Repsol y de un equipo de mentores profesionales de la compañía con una amplia experiencia y conocimiento tanto del sector de la energía, como de la gestión de negocios. Además cuentan con la posibilidad de validar su tecnología en un entorno real, mediante pruebas de concepto en Repsol Technology Lab o pruebas piloto en las instalaciones industriales de la compañía.
El proceso de selección de las empresas que participan en cada edición se desarrolla durante varios meses y en sucesivas fases eliminatorias. Precisamente en los próximos días se conocerán las startups seleccionadas en la décima convocatoria. Cester afirma que «sin duda el día que te comunican que te aceptan al Fondo de Emprendedores es una gran alegría. Porque sabes lo que representa, no solo a nivel económico sino por todo lo que te puede aportar».
Pasado el tiempo, tanto Aragonés, como Cicero, como Cester recuerdan su paso por la aceleradora de Fundación Repsol como un periodo enriquecedor y gratificante al comprobar cómo «grandes empresas empiezan a aceptar ideas de startups como las nuestras, incluso pueden llegar a incorporarlas a su modelo de negocio».
Y aún más, resalta Raúl Aragonés: «hay proyectos extraordinarios en España y te das cuenta de que lo que estás haciendo contribuye a la transición energética. Por eso, los que tenemos la capacidad de hacer cosas debemos ser los líderes de esa transformación».
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