Monedero agita a los radicales y anima a “desinfectar con lejía” Vallecas tras la visita de Vox

«Ni en las urnas ni en las calles. Fuera fascistas de nuestros barrios». Bajo esta consigna, los grupos radicales de izquierda llamaban ayer a la movilización con un claro objetivo: impedir que Vox presente su candidatura para las elecciones de próximo 4 de mayo en Madrid. Y por qué esa insistencia, porque la formación que preside Santiago Abascal ha decidido realizar dicha presentación en Vallecas, un feudo de la izquierda radical y el electorado de Podemos.

Y para boicotear este acto, instan a una concentración a las 18:00 horas, en la plaza Roja de este barrio madrileño. Justo una hora y media antes de que Abascal, junto a Rocío Monasterio y el resto de candidatos, lleguen a la plaza de la Constitución, donde tendrá lugar su acto de campaña.

«Este miércoles el partido fascista Vox pretende dar un mitin en nuestro barrio. Su finalidad ya la conocemos: provocar a una barrio obrero al que ellos llaman estercolero”, aseguraban los convocantes de esa concentración. Y añadían: «Vecino, vecina, no permitamos que el fascismo se presente en Vallecas y lo utilice como escenario para su discurso del miedo. Nuestros barrios no son un lugar para la escoria fascista y racista».

Y con este estado de crispación sobre la mesa, entra en escena el polémico cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero. Tras arremeter contra el discurso del odio por los últimos incidentes sufridos en las sedes de la formación morada, el podemita cambia de tercio y utiliza ese mismo discurso, el de la ofensa y el insulto, para boicotear el acto de campaña de Vox en Vallecas. Tras llamar “fascistas” a Monasterio y todo su equipo, anima a la gente a “desinfectar el suelo con lejía”, una vez se hayan ido del barrio.

El apoyo de Echenique a los radicales

Y precisamente estas palabras, las de Monedero, nos traen a la memoria las utilizadas hace unos meses por el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, tras la detención del rapero Pablo Hasel. Pese a los contenedores y barricadas ardiendo, los destrozos en el mobiliario urbano, el lanzamiento de objetos contra la Policía, los heridos... El líder de Podemos, lejos de calmar los ánimos, alentó este comportamiento con unas polémicas palabras que incluso hoy colean: “Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol”.

La tensión era evidente y las imágenes se repetían en Barcelona y en Madrid bajo la tutela y la aprobación de los dirigentes de la formación morada. Pero fue Echenique quien más controversia provocó al cargar contra la Policía y alentar las actitudes violentas de los radicales.