Entrevista

Jesús Carmona: «El flamenco es de todos. Otras autonomías deberían contagiarse de lo que hace Madrid»

El nuevo director del Ballet español de la Comunidad de Madrid prevé que el cuerpo de baile esté integrado por 20 bailarines de todas las edades, cuatro de ellos en formación. «Si todo el mundo hubiera estado en una clase de danza el mundo sería diferente»

Aún está por definiendo el repertorio del nuevo Ballet español de la Comunidad de Madrid, que echará a andar en el primer semestre de 2024, pero Jesús Carmona, su recién nombrado director, uno de los bailarines más brillantes del panorama actual, tiene muy clara una cosa: que la iniciativa marcará un antes y un después en la danza. Recibe a LA RAZÓN en su luminoso estudio situado en el barrio Lucero, su espacio creativo donde implosionan todas las ideas que luego expresa a través del movimiento en los escenarios. Como los escritores, Carmona también se enfrenta a la página en blanco de un cuaderno. Ahí practica la escritura libre, según cuenta. Así, van saliendo las palabras de lo que quiere expresar, una tras otra, hasta que trascienden el papel para encontrar en la danza la expresión de un arte «muy libre» y que para Carmona «lo es todo».

Después de tantos premios como ha obtenido en el mundo de la danza, ¿qué supone ahora para usted que le nombren director del Ballet español de la Comunidad de Madrid?

Todos los premios me los he tomado siempre como una responsabilidad, siendo consciente de lo que significan. Que ahora me encarguen la dirección del Ballet español de la Comunidad de Madrid es una ilusión y una responsabilidad.

¿Ya tiene una idea clara de cómo va a conformar la compañía, cuántos van a ser los integrantes, el repertorio...?

Estamos trabajando en el repertorio muy intensamente. Tengo muchísimas ganas de poder contarlo, pero hasta que no tomemos decisiones definitivas, que es en lo que estamos ahora, no quiero avanzar nada. Sí puedo decir que la compañía se va a componer de 20 bailarines, de los cuales cuatro de ellos van a ser bailarines en formación. Se espera que podamos trabajar con todo tipo de edades. No queremos excluir a nadie. Queremos que el talento sea lo que prime.

¿Será un repertorio clásico o más vanguardista, más próximo a lo que hace usted ahora?

Dentro de mi propio proyecto, obviamente hago un trabajo mucho más vanguardista del que se va a mostrar en el Ballet español de la Comunidad de Madrid. Para mí es muy importante que la compañía tenga una identidad propia y tenemos que trabajar para que perdure en el tiempo. Habrá danza española, folclore tradicional, escuela bolera y flamenco. Incluso habrá nuevas creaciones en las que el espectador verá lo que se está haciendo hoy en día.

"Es muy importante que la compañía tenga identidad propia y que perdure en el tiempo»

¿Qué opina de los que critican a Díaz Ayuso por apropiarse del flamenco con la creación de esta nueva compañía en Madrid?

El flamenco es patrimonio universal, es de todos. Lo importante de esto es que se ha creado una un ballet en Madrid y el resto de Comunidades autónomas deberían contagiarse de esta iniciativa. Lo importante es centrarse en lo positivo que va a ser esto para la danza española, para la bolera, para el folclore y para el flamenco.

¿Madrid podría convertirse en la capital del flamenco?

No lo sé. Supongo que tendremos que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Obviamente Madrid tiene una historia larguísima en el flamenco: Todos los artistas, desde Caracol, Carmen Amaya... Te podría decir una lista inmensa de todos los que han pasado por Madrid. Yo soy charnego, de padres cordobeses, nacido en Badalona y criado a caballo entre Córdoba y Barcelona. Me vine a Madrid con 16 años y el flamenco nació conmigo. Entonces, ¿de dónde es el flamenco? Pues del corazón. Es lo que creo.

Usted ha dicho en alguna ocasión que para que no se pierda el flamenco tiene que haber campañas y una difusión de lo que es realmente. ¿Hasta qué punto una iniciativa como la que se quiere poner en marcha en la Comunidad de Madrid puede poner en valor el flamenco y la danza española en general?

Pues desde su propia creación. El ballet de la Comunidad de Madrid es algo que se pidió ya en la época de Antonio el Bailarín, desde Gades... Nunca había pasado y actualmente está pasando. Marcará un antes y un después tanto en la Comunidad de Madrid como en la danza.

Creo que hace mucha falta porque somos muchos los bailarines y, sobre todo, los más jóvenes no tienen lugar para crecer, para crear, para desarrollar sus talentos. La Comunidad de Madrid ha hecho muy bien creando este ballet para que todos tengamos oportunidades.

«Me viene a Madrid con 16 años y el flamenco nació conmigo. ¿De dónde es? Del corazón»

Otra de las cosas que ha impulsado el Gobierno autonómico actual es que haya clases de danza en los colegios desde Primaria. ¿Qué puede aportar la danza a la educación?

La danza tiene unos valores que deberían de trasladarse a cualquier ciudadano. Es compromiso, es respeto, es esfuerzo, es constancia, es trabajo duro, es rigor...Todo eso es necesario para avanzar. Son valores muy positivos para nuestros ciudadanos y, sobre todo, para los más pequeños.

Usted ha abordado también la masculinidad a través de la danza. ¿Cree que también puede ayudar a cambiar otros aspectos de nuestra sociedad?

Por supuesto. La danza rompe tabúes, tiene ese poder de hablar de cosas que, a lo mejor, una familia en una mesa no puede tratar. Somos transmisores de emociones y de pensamientos desde un lugar muy libre, porque la danza no se cuestiona. Ojalá todo el mundo bailara. Ojalá todo el mundo desde pequeño hubiese estado en una clase de danza porque te aseguro que el mundo sería diferente.

Después de toda la crisis que han vivido los tablaos, ahora estamos viendo que en Madrid se están iniciando los trámites para declarar el flamenco como bien de interés cultural. ¿Cree que vive un renacimiento?

Sí lo creo. Llevamos unos cuantos años en los que el flamenco en concreto está teniendo una relevancia muy importante. Todas las iniciativas que promuevan su conservación, que lo defiendan y que hagan que este arte no se pierda yo las aplaudo y las apoyo.

¿Cuántas horas ensaya usted?

Todas. Tengo dos hijos y me ocupo de los desayunos. Luego llevo al mayor al colegio y a la pequeña a la guardería y me vengo aquí a mi estudio, que es mi espacio. Aquí me estoy hasta la hora de comer. Luego me voy a buscarlos al colegio... Pero para mí no hay horas. La danza es mi vida. Y si estoy en un proceso creativo, puedo estar diez horas al día con las botas puestas y no me duelen los pies. Las horas no existen cuando amas la danza como la amo yo.

«Si estoy en un proceso creativo puedo estar diez horas al día con las botas puestas»

¿Cómo puede conciliar un bailarín su vida familiar?

Es difícil. Mi mujer, Lucía Campillo, también es artista, tiene su proyecto y sus espectáculos. Así que la clave es tener una agenda muy bien cuadrada, mucha conversación, organización y ceder para que el otro desarrolle en el momento en el que nos toque. Hemos elegido ser padres y hay que ser conscientes de que eso tiene unas consecuencias que son bellísimas.

Ayer estuve grabando en un estudio hasta tarde, pero también le decía a mi mujer: quiero estar con vosotros en el parque, porque ya le he cogido el gustillo.

Entrevista con el bailaor badalonés Jesús Carmona, Premio Nacional de Danza © Alberto R. Roldán / Diario La Ra
Entrevista con el bailaor badalonés Jesús Carmona, Premio Nacional de Danza © Alberto R. Roldán / Diario La RaAlberto R. RoldánFotógrafos

Usted empezó siendo un niño en este mundo. ¿Cuándo sintió realmente que lo suyo era bailar?

No tengo un recuerdo exacto de ese momento, porque yo con cuatro años decía a mi madre que quería bailar flamenco, según me ha contado ella misma. Mi padre era repartidor de cerveza y mi madre era ama de casa con cinco hijos. No he tenido el flamenco en mi casa, no había afición ni tampoco poníamos la radio para escucharlo. No tengo recuerdo del momento a partir del cual pensé: quiero bailar, porque es que lo he tenido siempre dentro. Sí, tengo recuerdo de cuando dije voy a ser profesional. Eso fue alrededor de los 10 años, cuando entré en el conservatorio de Barcelona. Ahí fue cuando pensé que eso iba a ser ya para siempre.

¿Hasta dónde le gustaría evolucionar en el mundo de la danza?

Me he dado cuenta de que en esta década, de los 30 a los 40 años, he necesitado crear para conocerme. Además del ballet, yo estoy también con la creación de mi próximo espectáculo que estrenó en septiembre del 2024 en la Universidad de Navarra y siento que he necesitado tres espectáculos («El salto», «Baile de bestias» y el siguiente, que aún no tiene nombre) para hacer ese proceso interior. He necesitado saber cuál es mi masculinidad, he necesitado sacar mis bestias para entenderlas y ahora estoy trabajando en lo voluble que puede ser la personalidad, el entender quién soy. Después, no sé lo que va a pasar. Yo siempre me pongo en silencio frente a una libreta en blanco y me pregunto de qué necesitas hablar. Hago escritura libre y empiezan a salir cosas. Ahí voy viendo luces hacia donde ir.

Usted ya ha ganado hasta el que llaman el Óscar de la danza. ¿Qué le queda por ganar ahora?

Pues yo digo ya que la copa Danone (dice entre risas). No sé qué es lo que me queda por ganar y ni lo deseo, ni lo ansío ni lo pienso. A mí todos los premios me han venido de sorpresa y espero que sigan llegando y siendo sorpresa. Yo trabajo por y para la danza y ahora mismo también en mi crecimiento. Creo que el nuevo ballet de Madrid va a ser algo bellísimo que va a dar puestos de trabajo y va a ser un motivo más por lo que Madrid va a poder enorgullecerse. Es un portón abierto para la danza.

Entrevista con el bailaor badalonés Jesús Carmona, Premio Nacional de Danza © Alberto R. Roldán / Diario La Ra
Entrevista con el bailaor badalonés Jesús Carmona, Premio Nacional de Danza © Alberto R. Roldán / Diario La RaAlberto R. RoldánFotógrafos