Gastronomía

Planes para empezar a comerse la Navidad en Madrid

Para empezar, las hamburguesas de los cocineros de Cañitas Maite. Y, para merendar los roscones de Pan.Delirio, también en Nuevos Ministerios

Javier Cocheteux padre e hijo, fundadores de Pandelirio.
Javier Cocheteux padre e hijo, fundadores de PandelirioGonzalo PérezLa Razón

Javier Sanz y Juan Sahuquillo, responsables de situar en el mapa el pequeño pueblo de Casas-Ibáñez (Albacete), donde se encuentra Cañitas Maite y La Taberñita, además de alumbrar Oba, con una estrella roja y otra verde de la guía Michelin, y de firmar la propuesta de Cebo, espacio gastronómico del hotel Urban, acercan su buen hacer gastronómico al común de los mortales. Hasta el siete de enero aparcan su foodtruck en el mercadillo de Navidad de El Corte de Inglés de la Castellana y en el de Albacete, hasta el 31. Fíjense, porque se llama Caña by Cañitas Maite y en ella les encontraremos con una propuesta canalla y disfrutona donde las haya.

Así que, para abrir boca pedir las croquetas de jamón es obligado, lo mismo que las alitas fritas y glaseadas, siempre dejando hueco a cualquiera de las seis hamburguesas. Echas con carne madurada, los cocineros no han parado de perfeccionar semejante bocado hasta bordarlo, así que la elección es suya. Sepan que las estructuran en tres apartados: Las Singles (13 euros), Las No Smash (15) y Las Specials (16). Entre ellas, La Chic (16 euros) está elaborada con 180 gramos de carne de vaca madurada 50 días, doble de queso Arzúa Ulloa fundido, láminas de papada curada Joselito, portobellos asados a la crema y laminados en crudo y mayo trufada entre panes brioche de mantequilla.

De postre, tarta de queso o unos «Cañikers» (7 euros), su versión del «snikers», una pastilla que mezcla de tres chocolates con toffee de naranja y cobertura de cacao y kikos. Quien vuelve al mismo espacio es el mejor cocinero del mundo. De hecho, Dabiz Muñoz, quien ha obtenido por tercera vez este reconocimiento al encabezar la lista The Best Chef, lo hace con su propia «fiesta en el corral» en Pollos Muñoz. ¿La estrella? Un «gochísimo» entre panes con pollo macerado en salmuera y frito extra crujiente con queso cheddar, spicy mayo, yuzu con kétchup de tomates cherrys, bacon crujiente y pepinillo. Un consejo, quien acuda a media tarde, suya es la tarta de pistacho y chocolate blanco de Balbisiana, que estrena su puesto. Asimismo Javier Cocheteux, padre e hijo, también nos facilitan volver a casa el roscón después del recorrido entre puesto y puesto. Aunque lo venden durante todo el año en Pan.Delirio, estos días es para todos el antojo más deseado (45 euros el de un kilo y 25, el de medio), lo mismo que el roscón bombón, recubierto de chocolate, la torrija de rosón, los roscotes y las «roscooquies», entre otras delicias navideñas.

Antes o después de patinar en la pista que ocupa los jardines de Rosewood Villa Magna (rosewoodhotels.com) hasta el 7 puede coger mesa en el Aprés-Skate Lounge, abierto a partir de los miércoles, para degustar una raclette o un par de ostras con una copa champagne o un vino caliente. Incluso, nos podemos imaginar que estamos en los Alpes suizos ante un «wiener schnitzel» de ternera en el chalet Ruinart. Si los mediodías, la cita es en El Vermut de Amós, por la tarde lo es en el «afternoon tea», de Flor y Nata.

Centollo y godello

¿Le gusta el gospel? Si es así, sepa que desde el 30 los jueves y viernes es posible escuchar al Coro de Palacio en Hotel Palacio de los Duques Gran Melià ante una merienda con el sello de Javier y Sergio Torres. Por su parte, Antonio del Álamo ha diseñado en Casa Felisa varios fuera de carta para comernos la Navidad durante todo diciembre. Ejemplos son el bisqué de carabinero con pistilo de azafrán, el rodaballo salvaje asado en horno de brasas con patata Chérie rellena de changurro y salsa holandesa y el lomo de angus con setas y trufa negra. Sin embargo, sólo hasta el día 3 el centollo es protagonista en los restaurantes del Grupo Oter, ya sea en El Gran Barril, en El Telégrafo o en Nuevo Gerardo. La idea es disfrutarlo con una copa de Viñadero Godello.