Madrid

Gastronomía

Andalucía frente al Bernabéu: el rincón con los mejores calamares antes del derbi Real Madrid-Atlético

Aunque aquí se habla de fútbol claro, hay parroquianos que sólo acuden por sus buenas viandas más allá de la Champions. De beber, vinos de Jerez y vermut Lustau

Figarilla
FigarillaEnrique CidonchaLa Razón

Hace un frío que pela, sí, pero entre tanto guiso bien caliente y contundente hoy por aquí nos ha apetecido saciar la gula con una de cazón en adobo. Durante este pasado puente, sólo en el Sur ha salido el sol mientras que en el resto del país el tiempo es helador, de ahí que hayamos querido caer rendidos a los sabores sureños. Cierto es que la culinaria andaluza está bien representada en la capital. Nos entusiasman las recetas del sanluqueño Jose Calleja en Surtopía, las de Manu Urbano en La Malaje, además del picoteo de Cazorla, La Giralda, Macarela y El Pescaíto, entre otros establecimientos, a cuyo grupo se ha unido hace unos meses Figarilla (figarillataberna.com). Les explico. Se trata de una taberna, cuyo nombre recuerda a cómo llamaban al puerto de Isla Cristina alrededor del año 1755, situada justo enfrente del Santiago Bernabéu. No sólo los madridistas disfrutan de los platos icónicos armonizados con una estudiada selección de vinos del Marco de Jerez. Qué va, aquí se habla de fútbol claro y ayer, sobre todo, de la derrota del Barça en el partido contra el Bayern, pero hay parroquianos que sólo acuden por sus buenas viandas más allá de la Champions.

Figarilla. Dónde avenida de Concha Espina, 14. Precio 12 euros

El espacio ha sido diseñado por MRGO Arquitectos, está dividido en dos plantas y cuenta con una recreación de un clásico patio andaluz justo en el hueco de la escalera. La buena noticia es que el equipo de cocina se ha formado con Luismi Menor en el templo del producto del mar que es La Milla, restaurante más que chiringuito en la playa marbellí, donde comer los mejores pescados en espeto de la costa de Málaga. De ahí que la puesta en valor de los ingredientes de calidad esté asegurada. Hemos de reconocer que hemos visitado Figarilla en varias ocasiones y empezar el día en una de sus mesas para coger energía desde buena mañana es una idea inmejorable. El por qué es claro. Los molletes de Antequera son auténticos, claro, y los rellenan de diferentes maneras. Compartimos el de carne mechá y el de zurrapa, que se unta en el pan y está hecho a base de lomo, manteca de cerdo y espacias. Un desayuno súper contundente y tan redondo como lo es si lo prefiere con huevos revueltos o con aceite de oliva virgen extra, sal, tomate rallado y jamón. Un apunte a tener en cuenta, el café de especialidad, cien por cien arábica de tueste natural, está realmente rico.

Figarilla
FigarillaEnrique CidonchaLa Razón

Una de boquerones

No dudamos que son días de cuchareo, así que para entrar en calor, unas espinacas con garbanzos es un guiso que a todos nos apetece, aunque para viajar al Sur lo suyo es pedir una de boquerones para empezar y seguir con la suprema de dorada a la roteña y la carrillera con Montilla Moriles.

Que la fritura es una de las especialidades de esta casa es ya sabido, así que la propuesta es amplia y nosotros en nuestra última visita probamos las tortillas de gambas cristal, un bocado difícil de encontrar por estos lares, lo mismo que el marisco nombrado con huevo frito. Asimismo, los días de partido, quien lo desee, incluso, se puede llevar para completar el picoteo en casa una selección de cucuruchos, ya sea de calamares, de cazón en adobo o de boquerones y, como bocatas, el de lomo asado con su jugo, el de calamares con rúcula y ali oli, el de pringá con pimientos asados y el de carne mechá se llevan la palma. Y, por qué no, subirse una de ensaladilla. La elaboran con patata de Sanlúcar, que tiene más cuerpo y es menos arenosa que la patata al uso, huevos camperos, zanahoria, atún de la zona del Estrecho, sal y pimienta blanca, y mayonesa elaborada con AOVE de arbequina que le aporta un toque dulce y aromático. Es una de esas raciones de siempre imprescindibles como tentempié, que acompañamos con los langostinos al ajillo con vino fino y las papas aliñás para armonizar con un vermú de Jerez Lustau. Se elabora a partir de un amontillado seco y con carácter y Pedro Ximénez y como botánicos, el ajenjo, la genciana, el cilantro, la salvia y la corteza de naranja, que aporta aromas cítricos y frescos. No hay final de fiesta sin la tarta de queso Payoyo.